“Hay que trabajar sobre la idea de que la transición hacia el otoño será con una persistencia del estado de sequía”, ratificaron desde la Bolsa de Cereales. Resaltaron que es “inexorable” la persistencia de la falta de lluvias.
La última semana de febrero confirmó las previsiones y las lluvias volvieron a dar la nota por su crítica escasez. Si bien entre sábado y domingo el paso de un frente, como en otras ocasiones trajo algo de inestabilidad, la misma no logró reflejarse en una oferta de agua mejoradora respecto de lo que ha venido mostrando el año, señala el informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Dentro de este contexto, el departamento La Paz fue el afortunado receptor de lluvias de buen volumen, que por sectores llegaron a los 50 milímetros. Esta excepción ha sido más puntual en la zona de influencia de la localidad de Jubileo en el Oeste del departamento Villaguay.
En el resto de la provincia no ha llovido o se han registrado precipitaciones en forma de llovizna que en muchos casos no llegaron a sumar un milímetro. El miércoles volvieron a darse algunos chaparrones puntuales y dispersos, nada que pueda cambiar el difícil escenario con que comienza el mes de marzo.
El informe da cuenta de que la posta pluvial que le deja febrero al mes de marzo, ha presentado muchos registros que si bien no constituyen un récord de la serie de datos, son difíciles de reconocer en la estadística. Cuando el patrón se analiza mirando todo el cuatrimestre que viene desde noviembre, la situación es más compleja y allí sí no son pocos los registros que se acercan a situaciones récord.
En Paraná (estación oficial SMN) por ejemplo, para reconocer un antecedente hay que retroceder hasta la campaña 88/89 donde se ubica el mínimo histórico desde 1959 con 223 milímetros para todo el cuatrimestre. En el cuatrimestre que acabamos de cerrar el total sólo supera el record por apenas tres milímetros. En términos de impactos agronómicos, la diferencia no resiste análisis. Ni siquiera la campaña 08/09 tuvo un cuatrimestre pluvial tan deficitario para la zona. En resumen y seguramente con excepciones en áreas reducidas, muchos sectores de ER quedaron a menos de la mitad de camino de la lluvia normal del cuatrimestre.
Sin respuestas pluviales acordes a la alta demanda de la situación hídrica de la provincia, el aumento del área en sequía es inexorable y su persistencia también.
Para dimensionar el problemas se pone como ejemplo lo que sucede en el departamento La Paz. Como analizamos, fue el único departamento donde se concretaron precipitaciones más o menos generalizadas y dentro del actual contexto, generosas. Sin embargo, vemos que ni un registro de cincuenta milímetros logró que el balance hídrico lograse escalar lo suficiente como para salir de la sequía. Para el cálculo, esto evidencia que el primer metro de suelo está totalmente vacío en la zona, sin vestigios de reservas precedentes, impacto evidente del pésimo cuatrimestre pluvial que acabamos de transitar.
El buen paso que la campaña logró sostener hasta finales de noviembre, se fue condicionando con el transcurso de diciembre, apareció un respiro temporario en la segunda quincena de diciembre y luego sobrevino un bimestre que marco el camino deficitario de las reservas. Hay que ir a los últimos días de diciembre pasado para encontrar en el sudeste de la provincia sectores con reservas adecuadas. En lo que va del año, justamente fue el sudeste de la provincia el que logró resistir con mayor eficiencia la sequía, algo que finalmente está dejando de suceder.
La generalizada condición de sequía que impera en la provincia requiere la aparición de sistemas precipitantes con una oferta de agua muy significativa. Estas lluvias no se prevén para el corto plazo.
Hay que trabajar sobre la idea de que la transición hacia el otoño será con una persistencia del estado de sequía, advierten desde la Bolsa de Cereales.
Cosecha de maíz de primera
En la provincia de Entre Ríos se cosechó el 43 % (110.000 ha) de las superficie cultivada con maíz de primera.
El rendimiento promedio provincial se sitúa alrededor de 4.400 kg/ha, lo cual representa una caída del 31 % (2.000 kg/ha) en relación al promedio de las últimas cinco campañas, cuyo valor se sitúa en 6.400 kg/ha.
Soja de primera
El área implantada se posiciona alrededor de 1.000.000 ha.
La condición a nivel provincial se resume de la siguiente manera:
– 2 % muy buena (expectativa de rendimiento por encima de lo normal)
– 22 % buena (expectativa de rendimiento normal)
– 50 % regular (expectativa de rendimiento por debajo de lo normal)
– 23 % mala (expectativa de rendimiento muy por debajo de lo normal)
– 3% perdida (desde lotes completos o parte de ellos)
Soja de segunda
El área cultivada con soja de segunda se ubica alrededor de 280.000 ha.
La condición a nivel provincial (Figura 4) se resume de la siguiente manera:
– 1 % muy buena (expectativa de rendimiento por encima de lo normal)
– 18 % buena (expectativa de rendimiento normal)
– 45 % regular (expectativa de rendimiento por debajo de lo normal)
– 35 % mala (expectativa de rendimiento muy por debajo de lo normal).
– 1 % perdido (desde lotes completos a parte de ellos).
La soja de segunda no escapa a la fuerte sequía que afecta a la provincia. Al igual que lo observado en soja de primera, la condición muy buena y buena fue en detrimento de la condición regular y mala.