Adaptándose a las exigencias que la cuarentena requiere, y ante la imposibilidad de que los fieles puedan acercarse a la parroquia para participar de las ceremonias religiosas, el cura de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, de Cerrito, José Vicente Falcón, desarrolló una solitaria peregrinación por las calles de Cerrito, Pueblo Moreno y Aldea Santa María en la tarde de este viernes Santo, conduciendo su propio vehículo, en el cual portaba una cruz con la imagen de Cristo.

En una Semana Santa diferente este año, el sacerdote fue impartiendo la bendición desde su automóvil en una jornada que fue atípica con la ciudadanía confinada en sus casas, para evitar el avance del coronavirus. Las ceremonias más importantes para el catolicismo fueron difundidas a través de Internet, radios y canales de televisión locales.

En la jornada de viernes se recordó la Pasión de Jesús. Es tradicional rezar el Vía Crucis, que recuerda episodios de la muerte de Cristo en la cruz, desde su captura en el Huerto de los Olivos. Este día no se celebra la Eucaristía, sino una liturgia especial, que incluye la adoración a la cruz y así lo hizo el padre Falcón desde su parroquia.

Las celebraciones continúan hasta las Pascuas siguiendo con la misma característica, haciéndose eco de las recomendaciones del Papa Francisco, quien señaló que su gran preocupación en este momento que atraviesa la humanidad es saber “cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él”.