La empresa estatal YPF tiene previsto encarecer el precio de sus combustibles desde esta semana en un proceso de tres pasos, hasta llegar a fin de año con un ajuste que equipare el congelamiento mantenido en el sector. Habrá dos o tres incrementos, a ritmo de uno por mes, entre octubre y diciembre.

El primer aumento podría llegar este mismo jueves 1 de octubre. La Secretaría de Energía tiene que actualizar dos impuestos que pagan los combustibles. La reglamentación de esa decisión debe llegar el miércoles. Se estima que ese incremento será de entre 2,3% y 3,3%. YPF no lo absorberá, es decir que lo trasladará a los precios.

Sergio Affronti, CEO de YPF, manifestó que había un objetivo de precio “para diciembre”. Aunque no lo especificó, en el sector dan por sentado que habrá un incremento para ese mes.

Según estiman los estacioneros, los próximos aumentos no bajarán de 7,5% acumulados entre octubre y diciembre. Algunos arriesgan que llegarán a 10%, con mayor énfasis en diciembre.

El litro de nafta de YPF se despacha a $ 59,49 en la ciudad de Buenos Aires. Todavía está retrasada en relación a la cotización de un dólar (oficial) por litro de nafta, que fue la predominante en los últimos 30 años. Para alcanzar esa paridad, los aumentos deberían superar el 25% en los próximos tres meses.

Nafta y gasoil pagan impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). La actualización de esos tributos es trimestral. A través de un decreto, el Poder Ejecutivo postergó la aplicación de los incrementos que debió realizar por el primer trimestre y el segundo trimestre.

A menos que el gobierno tome una decisión contraria en los próximos días, el despacho de combustibles se encarecerá.

Las petroleras también pueden absorber la suba impositiva. Pero nadie cree que YPF tome esa decisión. La empresa viene de anotar una pérdida récord en el segundo trimestre y necesita subir más los precios.