El Presidente consideró que su secretaria de Acceso a la Salud cometió un error al sugerir un programa de vacunación intensivo con la Sputnik V y ratificó que un vuelo especial de Aerolíneas viajará esta semana a Moscú para traer 300.000 unidades de la segunda dosis.
“Explicó mal las cosas”, contestó lacónico Alberto Fernández cuando le preguntaron sobre la viabilidad sanitaria y logística del inesperado plan descripto por Carla Vizzotti para vacunar hasta fines de marzo a 20 millones de argentinos con la primera dosis de la vacuna Sputnik V.
“La decisión sanitaria más importante que nos tenemos que plantear es si queremos tener 10 millones de personas vacunadas a marzo con dos dosis o si preferimos tener 20 millones de personas con una sola”, señaló la secretaria de Salud. Y añadió: “En este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote”.
Las declaraciones de Vizzotti sorprendieron en la quinta de Olivos, Balcarce 50 y el Ministerio de Salud. No hay manera de acceder ahora a 20 millones de unidades de Sputnik V -primera dosis-, su efectividad sanitaria es relativa porque se complementa con una segunda dosis, y la aplicación de semejante número de dosis terminaría -en un cálculo optimista- en marzo de 2029.
La Casa Rosada calcula que entre el 21 de enero y el 31 de marzo llegarán a Buenos Aires cerca de 15 millones de unidades -primera dosis-, y acorde al último parte del Ministerio de Salud, hasta el viernes 8 de enero se aplicaron 107.514 dosis (primera) de Sputnik V.
Es decir: como la vacunación inició el 29 de diciembre de 2020, la aplicación tendría un promedio de 200.000 dosis por mes. Lo que implica 2 millones de dosis en 10 meses. 20 millones de dosis -la hipótesis Vizzotti- en 100 meses. Y 100 meses, aproximadamente, significan un poco más de 8 años.
-No se entendió lo que dijo Vizzotti sobre el uso de la vacuna rusa…, le comentaron a Alberto Fernández cuando regresaba de Balcarce 50 a Olivos.
-Explicó mal las cosas. Hay vacunas como AstraZeneca que dan dos dosis iguales. Carla (Vizzotti) dijo que podría aprovecharse ambas dosis para vacunar a dos personas, y así ya las estarías inmunizando. Eso se está estudiando en todo el mundo. Pero ocurre que eso no pasa con la vacuna Sputnik V, porque la segunda dosis es complementaria de la primera, que te genera el 75 por ciento de la inmunidad contra el COVID-19.
–Se equivocó…
-Sí.
–¿Hablaste con ella?-, le insistió un miembro del Gabinete que vive en las cercanías del despacho presidencial.
-No.
El jefe de Estado tiene aprecio personal a la secretaria de Salud y confía en su criterio profesional. Vizzotti estuvo a cargo de las negociaciones con el Fondo Ruso de Inversión que financia la producción global de la vacuna Sputnik, y coordinó junto a la consejera presidencial Cecilia Nicolini, el primer embarque que llegó a Ezeiza antes de fin de año.
Sin embargo, durante todo el día, Alberto Fernández tuvo que enmendar las declaraciones de Vizzotti respecto a la posibilidad de aplicar 20 millones de unidades (primera dosis) desde enero a fines de marzo.
Ginés González García también cumplió idéntica faena. El ministro ratificó que las vacunas Sputnik V llegarán en tiempo y forma, pero negó la posibilidad material y científica de aplicar la primera dosis como método eficaz contra el COVID-19.
El jueves antes de la medianoche, un vuelo especial de Aerolíneas Argentinas partirá desde Ezeiza hasta Moscú. Y allí se cargarán las 300.000 unidades restantes (segunda dosis) que completarán el primer lote de las vacunas Sputnik V compradas al Kremlin.
Aun resta saber si los próximos cargamentos llegarán desde Rusia, Corea del Sur o la India. Es un secreto de Estado que maneja Vladimir Putin. Y que Alberto Fernández espera conocer en los próximos días.