A partir de la denuncia se le impusieron restricciones de acercamiento a la supuesta víctima por el plazo de 60 días. Según lo publicado este lunes por El Diario, “el profesional invocó relaciones con un fiscal, que sería familiar de una jueza, y le fue pidiendo distintas sumas de dinero para cajonear una supuesta denuncia por violencia de género. Según manifestó el denunciante, posteriormente pudo determinar que la denuncia no era real y no existía ninguna causa”. Si bien no se da a conocer el nombre del implicado en cuestión, fuentes consultadas por nuestro medio aseguran que se trata del director del hospital José María Miranda, Alejandro Salomón.
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La jueza de Garantías N°6, Elisa Zilli, resolvió el jueves 21 de mayo hacer lugar a la solicitud de la fiscal Melisa Saint Paul, y le impuso a AS, psiquiatra oriundo de una localidad del distrito Alcaraz 1° del departamento La Paz y director de un importante nosocomio de Paraná Campaña, “las siguientes restricciones preventivas: 1) Prohibición de acercamiento en el radio de 200 metros respecto del domicilio particular y/o laboral de la denunciante y de su grupo familiar. 2) Prohibición de realización de actos molestos y/o perturbadores tanto a la denunciante como a su grupo familiar, por sí o por interpósita persona. 3) Obligación de retirarse de cualquier lugar público o privado en el que el denunciante se encuentre”.
Riesgo
Zilli dictó la medida por “el plazo de 60 días, el que será computado a partir de su fehaciente notificación; y bajo apercibimiento de que su incumplimiento podría configurar el delito de desobediencia judicial”. La resolución consideró notificar al imputado que “podrá solicitar una audiencia con patrocinio letrado, a los fines de que se revisen las restricciones impuestas inaudita parte”. El pedido de la fiscal se fundó “en virtud de la situación de riesgo en la que se encuentra el denunciante” por lo que solicitó “las medidas restrictivas que individualiza hacia el denunciado, por el plazo de 60 días y bajo apercibimiento de que su incumplimiento podría dar lugar al inicio de una causa penal por el delito de desobediencia judicial, a la vez que -manifiesta- su incumplimiento será evaluado negativamente en caso de que debiera ser indagado por los hechos que motivaron el inicio de la presente investigación”.
Relaciones
La causa comenzó a sustanciarse a partir de la denuncia de MCB, quien sostuvo que recurrió a los servicios de AS por la ruptura de una “relación sentimental” con una mujer. En una consulta que se realizó a principios de marzo, antes de ir al consultorio, MCB sostuvo que una persona le comentó que “tuviera cuidado” con su ex pareja “ya que por conocidos, la mujer había ido a la comisaria a denunciarme pero no se la recibieron”. El denunciante relató que “ante dicha noticia me preocupe por lo antes mencionado y en la sesión con el psiquiatra le comenté el problema y es donde AS me dice que es amigo de un fiscal y que este fiscal estaba a cargo de una jueza (da el apellido) la cual es su hermana, que me iba averiguar si la mujer me había denunciado”.
La maniobra
El denunciante relató que el psiquiatra “se puso a llamar por teléfono celular se retiró unos minutos luego me pidió el número de DNI y posteriormente me dice que en Paraná la mujer me había denunciado por violación de los derechos de la mujer, que era una causa grave y que iba ir preso…”, añadiendo que le pidió “que me quede tranquilo que este problema se podía solucionar con dinero y me dijo que cuánto dinero tenía disponible para empezar los tramites, en ese momento es donde yo le dije que tenía 16.000 pesos, me los pide y luego de entregarle dicho monto, me comenta que mi causa estaba todavía en una pre-cámara, es decir en trámite, y que se podía encajonar, que después me iba a decir cómo iba la situación, que en ese momento al estar nervioso y esta persona se aprovechaba de mi estado anímico le dije que haga todo lo posible para que me saque la causa”. En la noche del mismo día, el profesional “por mensaje de texto (se comunica) diciéndome que la causa iba en camino a solucionarse, que aparte de los 16.000 peso que yo le había entregado él tuvo que transferir 20.000 pesos más y que necesitaba que junte la plata para mañana y que sin comentar lo requerido lo vea en el cruce de ruta de 127 y 32…”.
En camino
En la denuncia consta que el “12 de marzo” AS se comunicó con el denunciante. Ese día le comentó “que todo iba en camino que aparte de los 20.000 pesos que él entregó me dijo que si no podía juntar 30.000 pesos más para así finalizar todo de una vez, que sacara un crédito; que yo al estar inquieto le dije que lo iba a conseguir, pidiéndome AS que fuera solo y en horas de la noche en el cruce de ruta le entregue la suma de 30.000 y me retire a mi domicilio”. El 18 de marzo AS le pidió que “lo vea el cruce de ruta y le entregue los 20.000 pesos restantes que él había depositado y que le haga un archivo con todas la conversaciones que tuve con la mujer para que el Juez desestime la causa”. Ese día a las 19.30, el denunciante sostuvo que el entregó el monto y le dijo que “no había podido armar el archivo con los mensajes de la mujer, el cual le pase por WhatssApp posteriormente”.
Aprovechamiento
Por la cuarentena, el denunciante dejó de concurrir a las sesiones, no obstante, el 23 de abril el psiquiatra, según denunció, le escribió pidiéndole “que vaya a su estudio y al constituirme en dicho lugar comenzamos a charlar le comento que todo iba bien y es donde AS nuevamente me dice que vaya juntando plata nuevamente por que el fiscal todavía no firmo el archivo de la causa, es donde le manifesté que iba afrontar la situación judicial, diciendo AS que me vaya bien”. El denunciante sostuvo que por “amigos míos sabían de mi situación por lo que al realizar trabajos en la comisaría comento lo antes manifestado y al enterarme que no había ninguna denuncia por parte de la mujer y causa en tribunales comencé a sospechar que AS se aprovechó de mi situación mental para sacarme dinero”.
Préstamo
La denuncia da cuenta que el 29 de abril MCB canceló la sesión con AS “al enterarse este de que no iba a ir, me escribe que estaba averiguando mi causa en tribunales, pero yo le dije que no había problema. El 6 de mayo me escribe nuevamente AS que necesitaba para finalizar con la causa 18.000 pesos, que al manifestarle que no tenía plata, el insistía prestarme y que luego se lo devolviera, que le haga una factura a nombre de un nosocomio de Paraná Campaña, del que es director, por la suma de 45.000 pesos, que al no poder hacer dicha factura seguía insistiendo que le facture de otra manera, pero le dije que no, ya que había averiguado en la policía sobre mi situación, es allí que AS me dice que no avise nada que no levante el avispero; y que en horas de la noche me escribe que no me preocupe que mi causa estaba solucionada. Que es todo cuanto tengo por denunciar…».
Fuente: El Diario.