Irina Anahí Puntín es de Cerrito, tiene solo 19 años y ya se dio el gusto de desfilar en las capitales de la moda como son París y Milán. Se podría describir como meteórica su carrera ya que solo lleva un año y tres meses modelando y en su pasaporte ya posee el sello de Francia, Italia y Dubai.
Ella también dio sus primeros pasos en el voleibol, pero la pasarela pudo más. Así que terminó el Secundario y decidió instalarse en Buenos Aires. Alta, distinguida, con el cabello largo y rubio llegó a la agencia Look 1. Pero hoy su imagen es distinta. Ante la consulta sobre su cambio contó que el color se lo cambiaron primero en Argentina a un strawberry blonde y en París -donde reside desde hace un mes- se lo tiñeron a morocho y bien cortito, para el show de Prada (firma italiana de moda).
Hace unos días se encontraba de viaje por Dubai, realizando el couture resort que sería una repetición del desfile de alta costura que Dior ya había presentado en París. En una carpa rodeada por artistas de circo se presentó una colección cápsula compuesta por 15 piezas. Faldas con colores del arco iris metalizados y levitas adornadas con bordados a mano dorados, asociadas a zapatillas de ballet. Irina fue de la partida ya que integra la agencia parisina Oui Managment y sus fotos se pueden ver en revistas como Vogue. A su regreso de tierras árabes, se tomó un tiempo para repasar su rápido crecimiento entre las mejores marcas del mundo y el cambio radical en su vida que -entre otras cosas- le posibilita levantarse por la mañana y disfrutar de la torre Eiffel.
—¿Qué cambio no? La verdad que fue algo muy rotundo para mí, desde el simple hecho de que tomé la decisión de irme a vivir y probar en muy poco tiempo. Fue como un gran desafío para mí y para mi familia también. Soy la menor y eso hace que sea la más mimada de la familia. Y realmente irme sin tener a mamá que haga todo por mí, hizo que aprenda mucho y muy rápido. Desde cocinar, lavarme la ropa, hacer trámites, todo. Porque si bien ella me acompañó las dos primeras veces que viajé a Buenos Aires, nunca se quedó mas de dos días conmigo. De Entre Ríos fui la única en instalarme, pero como vivía con otras chicas que eran de otras provincias y teníamos la misma edad, eso hizo que ellas sean mis primeras amigas, hacíamos absolutamente todo juntas, y eso me ayudó muchísimo.
—Vivís el sueño de muchas chicas que quieren ingresar a ese mundo, ¿cómo lo describirías? Lo bueno y lo malo.
—Todavía sigo sin creer la maravillosa oportunidad que estoy teniendo, solo agradezco y disfruto de todo. Siempre soñé muchas de las cosas que hoy estoy viviendo gracias a este maravilloso trabajo. Lo describo como algo en lo cual hay que tener mucha dedicación, constancia y paciencia, ya que no siempre las cosas se dan ni en el tiempo ni de la manera que uno lo espera. Como digo siempre yo trato de poner lo mejor de mí y que sea lo que Dios quiera. En este trabajo es así, hoy le gustás, mañana no. Todo es moda y hay que aceptarlo y disfrutar. Analizando lo bueno y lo malo de este trabajo podría decir que como bueno es viajar, conocer, hacerte nuevas amistades, probar cosas nuevas. Y como malo realmente es algo que muchas veces no tiene explicación tanto en lo positivo como lo negativo que sucede en tu carrera. Entonces muchas veces hace que eso sea más difícil, vivís con mucha incertidumbre ya que nunca sabés qué te espera, dónde ni por cuánto tiempo, sumado de que estás lejos, extrañás, te perdés muchas fechas y momentos con familia y amigos.
—¿Quiénes son tus referentes en la moda?
—Modelos referentes tengo varias que admiro mucho por su trabajo y sus logros, pero siempre destaco a dos, una es Mica Algañaraz, es argentina la está rompiendo y realmente en nuestro país muy pocas personas saben quién es y la increíble carrera que tiene, y la segunda es Dana Luz Almada, con ella tengo un lejano parentesco y fue por quien empecé a darle atención a este trabajo ya que siempre desde muy chica miraba los posteos de sus trabajos pero jamas imaginé que hoy yo estaría haciendo eso también.
—Entre desfile y desfile seguro te cruzás con famosos del ambiente. ¿Conociste a alguno? ¿Cómo fue la situación?
—Sí me he cruzado a muchas ya sea como invitadas o como compañeras de trabajo. Las tres que más me impresionaron fueron Gigi Hadid y Kris Grikaite y Cara Delavige. A Gigi me animé a pedirle una foto y fue muy amable y simpática; Kris estaba muy concentrada en su trabajo y no me animé ni a hablarle y con Cara quedé impactada y no caía que era ella quien estaba frente a mí.
—Las campañas y desfiles te llevan a recorrer el mundo. ¿Qué lugares has visitado y cuál fue el que más te sorprendió?
—Es algo fantástico lo que te ofrece este trabajo. Mi primer viaje y debut fue en Milán, después fui a París y Dubai. Las tres fueron impresionantes para mí, ya nunca antes había viajado al exterior. Pero la que más me sorprendió fue París, ya que desde que tengo memoria soñaba con conocer esa fantástica ciudad y ver mi amada Torre Eiffel (me emociono cada vez que la veo). Hoy en día mi vida está siendo un tanto diferente, ya que al estar en otro país cambió mucho para mí. Así que si no tengo un trabajo o algún casting, salgo a caminar o correr, voy al gimnasio, estudio inglés (aunque no me guste y me cueste), ando de turista, voy a museos, dibujo o pinto.
—¿Hasta dónde te gustaría llegar?
—Soy nueva acá en el exterior, entonces aún me queda mucho por hacer, pero me gustaría poder seguir avanzando, hacer campañas, crecer como modelo, conocer lugares, trabajar con marcas que todavía no pude.
—¿Cómo se manejan la distancia y los afectos?
—Los afectos para mí son un gran pilar, realmente mi familia, primos y amigos lo son todo para mí y me hacen muy feliz, y esto hace que los extrañe, pero las redes sociales ayudan muchísimo. Con todos ellos estoy en contacto absolutamente todo el tiempo, hasta se amoldan a la diferencia horaria y me llaman cuando tengo una citación para que no me quede dormida (se ríe). Todas esas cosas hacen que muchas veces los extrañe y mucho, pero evito tomar dimensión de la distancia y trato en concentrarme en lo que tengo que hacer, y en mantener la mente ocupada.
—¿Qué le dirías a una adolescente sobre la moda, aceptarse?
—Les diría que sueñen, tengan fe, pidan y den lo mejor, el resto se irá dando como tenga que ser y si no se da es por algo. Y la mayoría de las veces es porque hay algo aún mejor. La paciencia, el esfuerzo y la constancia son claves para lograr los objetivos. La aceptación es un tema muy delicado ya que a todos nos pasa que nos cuesta muchas veces querer lo que nos tocó, pero es algo que se trabaja muy de a poquito, lo que no hay que hacer es compararse, ya que no somos iguales a nadie y todos tenemos nuestras virtudes, solo hay que encontrarlas y trabajar en ellas para poder explotarlas.
Fuente: Diario UNO.