Los alumnos de la Escuela Secundaria Nº 73 “Leandro Darío Páez” de Estación Palenque convivieron estos últimos meses con determinaciones trágicas de dos compañeros que tomaron la decisión de quitarse la vida. El 10 de noviembre de 2016 Oriana Picotti, una menor de 15 años que decidió terminar con su vida tras padecer bullying durante mucho tiempo, según el propio relato de sus padres y la investigación asumida en primera instancia por el fiscal Álvaro Piérola. Ahora se conoció que Fausto Benjamín Palavecino, de 16, tomó la misma decisión produciéndose graves lesiones por lo cual permanece internado en grave estado en el Hospital San Martín de Paraná.
“Fue por el juego de la Ballena Azul”, advirtió el padre de Fausto, hecho que también es investigado por la justicia provincial.
Llama la atención que en una Escuela donde concurren unos 90 alumnos hayan sucedido hechos que responden a conductas sociales que llegan a generar una crisis emocional en la mente de otros seres humanos hasta llevarlos a extremos como su propia muerte.
Los investigadores de este tipo de conductas están de acuerdo en que el aumento se refiere, directamente, al incremento del hostigamiento en las redes sociales, las presiones escolares y la presión social. La Organización Mundial de la Salud – OMS- calcula que cada año se cometen 900.000 suicidios. Esto significa una muerte cada 40 segundos. El suicidio se encuentra entre las tres primeras causas mundiales de muerte en personas de 15 a 44 años.
La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar, reconocer y diagnosticar. La presencia de estas condiciones tanto en niños como en adolescentes permiten desarrollar a tiempo un plan de tratamiento apropiado y en esto la contención familiar y el ámbito escolar resultan fundamentales.
Ocurrido el caso de Oriana Picotti, el Consejo General de Educación adoptó medidas de acción para abordar la problemeatica. Stella Maris Salas, directora Departamental de Escuelas de Paraná, advirtió por ese entonces que “hay que estar muy atentos; los chicos comentan lo que les pasa, pero a veces no lo hacen con los adultos. No se sabe con exactitud qué pasó. Por eso, en estos momentos, a la familia se les hace muy difícil buscar un desencadenante y puede haber muchas causas”, sostuvo, y habló de la precaución que se debe tener al momento de afrontar la problemática.
Instó a salir adelante, a trabajar para evitar que otro joven tome la misma determinación. “Debemos mostrar que la vida es lo más importante que tenemos. Demostrarles que todo tiene solución, que se puede dialogar y ver que no todo es tan trágico”, agregó.
“Indudablemente la tarea que asumíamos en su momento no fue suficiente para prevenir nuevos episodios. El desafío es descubrir el problema a tiempo para darle la mejor solución posible”.
Recobra importancia la tarea del docente que convive a diario con cientos de jóvenes procurando sensibilizarlos y orientarlos en cuanto a este tipo de problemática.
Prevención del suicidio
La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio- IASP- realiza una serie de recomendaciones que hablan de la creación de redes para la prevención del suicidio; mientras que los investigadores, voluntarios, médicos y profesionales para compartir conocimientos, la experiencia y conocimientos.
Los medios de comunicación en el abordaje del suicidio
En los últimos años, la mayoría de los países que han desarrollado estrategias nacionales de prevención del suicidio han incluido el desarrollo de directrices que han tratado de promover un informe preciso, responsable y ético del suicidio en los medios de comunicación.
Estas directrices han surgido de un conjunto sustancial de pruebas que sugieren que los informes incautos de los medios de comunicación y la descripción del suicidio tienen el potencial de fomentar el comportamiento imitativo entre individuos vulnerables. Están diseñados para promover informes responsables de suicidio, pero a veces han sido mal interpretados por los profesionales de los medios de comunicación como la promoción de la censura.
Tales malentendidos sobre estas pautas de los medios han llevado a una reticencia entre muchos periodistas a adoptarlos. Es necesario mejorar la colaboración con los profesionales de los medios para llegar a un consenso sobre esta cuestión.