Guillermo Anselmo Vezzosi tiene 35 años, es arquitecto, nació en Santa Fe y vive desde hace varios años en Cerrito. Tiempo atrás, decidió sacar las líneas del plano y el resultado fue la instalación de su obra en numerosas y prestigiosas salas de arte del país. Todas las tardes, en la localidad de Paraná Campaña, se dedica a ampliar su horizonte artístico.
En mayo y junio llevó su trabajo a Europa, más precisamente a Venecia, Italia y Berlín, la capital alemana, donde expuso su arte para el disfrute de los transeúntes. Sus instalaciones son infinitas ramificaciones hechas con alambres de colores brillantes que flotan en el aire, con un halo etéreo pero concreto y palpable.
“En Italia estuve participando del VeniceLands ArtPrize, que es el resultado de una convocatoria internacional en donde participaron más de 800 artistas de todo el mundo y de los cuales fuimos seleccionados 100 para la exposición final en la región de Venecia bajo el título Más allá de las fronteras. Estuve participando con tres obras de mi autoría, de la serie Evocaciones desde el olvido las cuales buscan hablar a través de trazos de lo que día a día desaparece ante nosotros como consecuencia de nuestro accionar. Es una forma de entrelazar arte y ciencia en busca de la toma de conciencia por las consecuencias de nuestras acciones que han repercutido en la naturaleza y que la amenazan día a día. Por su parte, en Alemania estuve participando de una residencia artística en una importante galería de Berlín para la cual pude generar una instalación de arte urbano que fue inaugurada y formó parte de la muestra Otro Multiverso junto a Boris Eldagsen, de Alemania; Paolo Treni, de Italia y Tomasz Fudala, de Polonia”, dijo a Escenario.
Su obra titulada Memorias de otra tierra está emplazada desde fines de mayo en la calle Allerstraße 38, en Berlín, frente a la galería y permanecerá allí por mucho tiempo. En 2015 llevó el trabajo a la Bienal Internacional de Arte de Asunción (Paraguay).
“En Italia estuve 15 días y aproveché la oportunidad para visitar la Bienal de Venecia, donde pude entrevistarme con curadores y críticos de arte. Fue un momento ideal para mí, ya que al estar en contacto con uno de los eventos de arte más importante del mundo pude generar vínculos y contactos que me aportan mucho y me permiten proyectar mi futuro. En Berlín estuve 30 días, que se caracterizaron por el trabajo intenso en el taller donde desarrollé cinco obras”, comentó.
Su participación en el VeniceLand ArtPrize fue el resultado de una convocatoria internacional abierta en donde luego de dos etapas de selección fue seleccionado por el jurado integrado por críticos, curadores y artistas de Europa. Para la Residencia de Arte en Luisa Catucci Gallery en Berlín fue invitado especialmente por la directora y curadora de la galería.
Su producción artística entrelaza arte y ciencia y busca abordar la relación que existe entre la macroescala, el Universo y todo lo que está más allá de nuestro alcance, y la microescala, como todo aquello que se encuentra a una escala atómica o menor aún y que compone a todos los seres vivos. “A partir de ese punto inicial, mis indagaciones prosiguen buscando entrelazar conceptos del calentamiento global y sus consecuencias, así como también una búsqueda necesaria para hallar las raíces de los pueblos originarios de una América invadida y devastada. Mi trabajo parte del desarrollo de obras en tinta sobre papel, las cuales fueron evolucionando hasta lograr consolidar su autonomía y libertad en el espacio. A partir de ello, mis obras se consolidaron como construcciones, en su mayoría, efímeras que ocupan determinados sitios en lapsos de tiempos establecidos para finalmente desaparecer porque considero que todos somos víctimas del tiempo y estamos destinados a perecer. Junto a ello abordo también el desarrollo de una serie de obras de pequeños y medianos formatos que se consolidan para perdurar en el tiempo. Todas ellas se ubican en los límites difusos que existen entre las disciplinas del dibujo, escultura, objeto, textil, instalación, porque creo que el arte no es algo que se pueda encasillar”.
Guillermo Anselmo Vezzosi se dedica al arte desde siempre. Sus comienzos fueron con la historieta y con el dibujo se fue relacionando con las Artes Visuales. En 2003 comenzó a participar de diversos certámenes, obteniendo premios en varios de ellos. A partir de 2006, luego de culminar las últimas materias de la carrera de Arquitectura, comenzó a pintar y a contactarse con artistas de la región.
“Mi formación es autodidacta, aunque tiene mucho que ver el hecho de que soy arquitecto, ya que siempre aproveché al máximo las oportunidades que la carrera me brindaba en relación a lo artístico, pero fue mi interés y curiosidad las que me permitieron siempre poder estar en contacto con grandes artistas con quienes he compartido charlas y pude aprender directamente de ellos. Para mí, esa es la mejor escuela que pude tener”, concluyó.