Corina Albornóz y Mario Azaad nunca habían acompañado a Julián Azaad a un torneo de esta importancia y el cerritense decidió hacerles un regalo a sus padres. ¡De respuesta recibió un reto! “Fue lo primero que les nació por el gasto de plata que había hecho, pero se merecen muchísimo más que unos pasajes”, aseguró el jugador de beach volley.
Terminó el partido en Costa Verde y después de la victoria ante Trinidad y Tobago junto a Nicolás Capogrosso, en el arranque de la actividad del beach volley en los Juegos Panamericanos, Julián Azaad se dirigió a darles un abrazo a dos personas especiales.
Corina y Mario esperaban para saludarlo y hacer algo que hasta ese momento nunca habían hecho. Lo explica el nacido en Cerrito: “Mi viejos nunca viajaron a un torneo afuera. Sí fueron a Uruguay y en Argentina siempre que pudieron me siguieron, pero en auto. Nunca se animaron al avión”.
Sus padres se subieron por primera vez a un avión para ver en Lima a su hijo, quien hace muy poco tiempo les preparó una sorpresa: “Decidí para este torneo por la importancia que tiene hacerles un regalo, de alguna manera ellos son protagonistas porque te van guiando desde chico en la forma de ser, en la decisiones, que después decanta en la carrera deportiva de uno”.
“También un poco de la razón, algo que charlábamos el otro día, es que cuando yo tenía 15 años ellos me seguían a todos los torneos. Y un día les pedí que por favor no vayan más”, destacó Azaad en diálogo con TyC Sports.
-¿Por qué tomaste esa decisión?
– Me gustaba arreglarme solo, era demasiado independiente, no quería que estén encima mío y quería aprender a manejarme solo. Y fue un poco loco, me salió hace poco la decisión de pagarle los pasajes.
-¿Y cómo reaccionaron cuando les comentaste del viaje?
– No me creían. Y me retaron.
-¿¡Te retaron!?
– Por el gasto. Ellos siempre fueron de no gastar plata para ellos, de estar pendientes de mi hermano y de mí, que nosotros estemos muy bien, siempre fuimos la prioridad para ellos. Y lo primero que les nació fue retarme por el gasto de plata que había hecho, pero es un mínimo de lo que merecen. Merecen muchísimo más que unos pasajes a un torneo. Y para mí también es una alegría.
-Este primer viaje es una adaptación para Tokio…
– ¡Ojalá! Sería una alegría muy grande para mí estar en Tokio (en los Juegos Olímpicos del año que viene) y supongo que también para ellos hacer un viaje así, jaja. Que el segundo viaje sea Japón es bastante piola.
“Es muy generoso”, asegura Corina sobre su hijo. Mario, a su lado, se muestra orgulloso. Ellos también son protagonistas de los Juegos. El deporte amateur en Argentina, en muchos casos, solamente es posible por los esfuerzos de la familia. Los dos caminan hacia la salida de Costa Verde y volverán a ver este jueves a Julián, quien otra vez tendrá su regalo: sus padres alentando desde bien cerca.
Los Azaad y los Capogrosso disfrutan de sus hijos en Lima: