En un nuevo aniversario del nacimiento del ex Presidente, Dr. Raúl R. Alfonsín, y por iniciativa de un grupo de jóvenes bonaerenses, este 12 de marzo se celebra en todo el país el Día del Militante Radical, como homenaje al hombre que nos dio la posibilidad de volver a vivir en democracia. “Desde el Comité Leandro N. Além saludamos a los afiliados y simpatizantes, augurando que la fuerza de aquellos hombres y mujeres del 83, nos impulse a seguir unidos, trabajando codo a codo por el bien de nuestra sociedad”.
Por qué se celebra este jueves
En 2010, un grupo de militantes de la U.C.R. de Buenos Aires, comenzó a hacer circular entre amigos y por Internet, la idea de celebrar el día 12 de marzo (coincidente con la fecha de nacimiento de Raúl Alfonsín), el “ía Nacional del Militante Radical”. Si bien falta la institucionalización de la fecha por medio de los organismos partidarios, desde el comienzo de la propuesta, se han sumado miles de adhesiones en todo el país.
Raúl Alfonsín significa para todos los argentinos: el “Padre de la Democracia”, el hombre que consolidó la República tras la negra noche de la dictadura militar, en 1983. Más allá de eso fue un “militante” con mayúscula de la causa de su histórico partido. Fue un hombre que comenzó la militancia muy joven en su Chascomús natal. Llegó a los más altos cargos partidarios y, luego de varias derrotas, logró vencer al viejo aparato balbinista (ya fallecido Don Ricardo) para transformarse en el líder indiscutido de la UCR.
Una vez terminada su Presidencia, en circunstancias difíciles como todos recordarán, no fue tarea sencilla seguir en la política para Raúl Alfonsín. Sin embargo, por su irrenunciable vocación y el acompañamiento de sus “correligionarios” siguió firme recorriendo pueblos, hablando en comités, abrazando viejos y nuevos amigos. Capaz de recorrer cientos de kilómetros para saludar y hablar ante un puñado de seguidores en algún recóndito lugar de la Patria.
Ya muy enfermo aparecería en la pantalla del Luna Park para celebrar los 25 años de Democracia, el 30 de octubre de 2008. Algunos dicen que su último servicio de militancia lo realizó con su propia muerte en medio de una campaña.
Sin dudas la sociedad toda reconoció en Raúl Alfonsín la honestidad, la humildad, la dignidad, la fidelidad a lo nacional y a sus colores partidarios y muchos, tardíamente, se lo agradecieron. Miles de militantes en todo el país estamos decididos a seguir sus pasos, para construir un país.