Es oriunda de Cerrito y vive desde hace casi cinco años en Europa junto a su familia. En medio de una situación dramática por el atentado más sangriento de la historia después de la Segunda Guerra Mundial, perpetrado en siete lugares de París- que dejaron más de 130 muertos- contó a nuestro sitio en dónde estaba en ese momento, qué piensa sobre lo ocurrido y cómo son sus días en el país galo. En la siguiente página, la entrevista completa.


¿Hace cuánto tiempo vivís en el extranjero, a qué edad tomaste esa decisión y por qué motivo?


-“Me mudé a Francia a principios del año 2011, hace casi cinco años ya, en esos momentos tenía 31 años. El motivo es que mi marido es francés, nos casamos en Cerrito y nos fuimos a vivir a Francia”.


¿En qué ciudad de Francia estas radicada actualmente, con quienes vivís y a que te dedicas?


-“Después de unas cuantas mudanzas en Francia misma, finalmente nos establecimos en un pequeño pueblito de 800 habitantes llamado Woignarue, que está ubicado en la Región Picardie, en la Baie de Somme, sobre la costa del Canal de la Mancha. Para ubicarlos un poco más, estamos a dos horas de auto de París, pero bueno, las distancias son diferentes en Europa que en Argentina, parece que fuera mucho más lejos”.


“Con respecto a mi profesión, mi título de Arquitecta no lo reconocen, como no reconocen ningún título fuera de la Unión Europea. La opción era hacer dos años suplementarios en la Facultad de Arquitectura, pero eso implicaba mudarnos a una ciudad donde tal facultad exista, y se complicaba todo, así que me dedico a hacer planos para gente conocida (en Francia no se necesita firma de Arquitecto hasta 170 m2, por lo que cualquiera puede presentar sus propios planos mientras respeten el reglamento de la ciudad, el tema es que nadie sabe dibujarlos) y también me dedico a la pintura, soy parte de la Asociación de Artistas Picards con la que hacemos exposiciones de arte en diferentes salas de la región, principalmente durante el verano, ya que es una zona muy turística donde vivimos”. 


¿En dónde estabas al momento del ataque terrorista en pleno centro de París? ¿Es la primera vez que sentís de cerca esta dramática situación?


-“En el momento del ataque, gracias a Dios, acababa de llegar a Cerrito. Llegué al pueblo el viernes por la madrugada y el ataque fue esa misma tarde. Fue pura casualidad, ya que hacía meses que tenía mi pasaje comprado. La verdad que nunca me ha tocado pasar una situación parecida, pero de todas maneras es algo que se esperaba, no sé si todo el mundo era consciente ya que obviamente la televisión nunca va a comentarte estas cosas, pero mi marido busca mucha información alternativa en Internet, y ya se comentaba de posibles atentados y situaciones bélicas”.


¿Cómo fue tu reacción ni bien te enteraste de lo que estaba pasando? ¿Familiares y amigos se pusieron en contacto con vos de inmediato?


-“Mi marido me comunico por teléfono antes de que viera las noticias acá, mi reacción fue desgraciadamente de pensar en que otra vez estaba pasando esto, de que es un horror que pasen estas cosas, pero no solamente por lo que le paso a Francia, sino lo que pasa en el mundo, en los países árabes, Francia hace rato viene atacando Siria y otros países, y cuantos chicos y madres y adultos mueren por día y desde hace años, y nadie se entera, o si se enteran esta como naturalizado en la gente, no hay reacción, pero es un horror, todo es un horror… No hay que quedarse solamente con lo que paso en Francia que es horrible, hay que ver más allá y analizar porque pasan estas cosas, los motivos, que no son solo religiosos sino geopolíticos y económicos”.


“Desde el mismo momento en que empezaron a pasar en las noticias lo que estaba sucediendo en Francia, me empezaron a caer mensajes de todos lados y llamados. Creo que ese día estuve en la cabeza de casi todo el pueblo ya que cada persona que me encuentro me dice que se preocuparon por mí. La verdad que les agradezco muchísimo a todos, hace bien sentirse tan querido.”


¿Qué te hace pensar la frase “Francia está en guerra”, emitida en las últimas horas por el Presidente François Hollande?


-“No es fácil, o sea, donde yo vivo es un pueblo en el campo, alejado de grandes urbes, donde no pensamos que puedan suceder ataques de este tipo y creemos poder estar tranquilos (a menos que la situación pase a mayores y estemos hablando de una Tercera Guerra Mundial). Pero a la vez, para entrar a Francia, tengo que pasar por el Aeropuerto Charles de Gaulle en París, lo que ya implica un riesgo. O sea, sentir seguridad, la siento solo en mi país aunque me digan lo que me digan, acá estamos tranquilos”.


¿Cuáles son las diferencias de vivir en Francia y vivir en Argentina?


-“Es una pregunta muy compleja que da mucho a hablar. En Francia no tenés un shock cultural como podría ser con un país asiático por ejemplo, tenemos varias costumbres parecidas, heredadas de nuestros abuelos europeos. Los franceses son muy cordiales, respetuosos, formales y amables, se tratan de usted hasta entre jóvenes si no se conocen, hay una agenda para todo, son raros los casos de encuentros espontáneos (me pasa de tener una agenda con mi marido donde tenemos con dos meses para adelante, anotada la juntada con unos amigos u otros). Jamás van a hablar a los gritos, ni uno encima del otro, todos se escuchan. Después, otra cosa, es que no ves jamás gente en las calles, no hablo de ciudades grandes, sino de pueblos como Cerrito o más grandes, la gente se la pasa encerrada, es rarísimo ver chicos afuera jugando (aunque sé que el clima no acompaña tampoco ya que en el norte de Francia llueven 300 días al año, donde me mudé ahora llueve un poco menos gracias a que estoy en la costa del mar, o sea, se despeja más rápido, pero tampoco ves gente en la calle a menos que sean turistas)”.


“Francia es orden, es saber que las cosas se cumplen, pero en el país de la Liberté, todo está controlado, no hay lugar para la espontaneidad. Argentina te permite ser lo que quieras ser, las posibilidades están, está en vos de hacerlo o no. En Francia todo está muy regulado, aunque las posibilidades están, siempre vas a encontrar trabas para todo”.


“Francia está en una situación económica complicada, con muchísima desocupación (y es mucho más de lo que las estadísticas dicen, lo sé porque lo veo a mi alrededor), la gente vive de planes sociales, la diferencia es que allá la plata rinde más, con poco compras mucho, así que si hay pobres, no se pueden ni comparar con los nuestros, porque todos tienen casa, auto, y están bien vestidos… Eso me costó muchísimo entender, no podía entender que fueran pobres. Otra cosa es la calidez de la gente, la calidez y solidaridad argentina no se compara, es difícil encontrarla”.


“Después, “gran diferencia gran”, el asado… Ni da para desarrollarlo! unas salchichitas y unas brochettes carbonizadas sintetizan todo”.


¿Pensás volver a Cerrito en algún momento?


-“Ojalá…” 




Foto extraída de su portal de Facebook.