El abogado Rubén Pagliotto informó que se presentó un recurso de apelación contra el archivo de la causa en la que se sustancia la investigación por la muerte de Diego Poletti, que fue encontrado sin vida el 18 de octubre del año 2008, en un camino vecinal ubicado en la zona de la Estancia Jaroslavsky, a unos 12 kilómetros de la localidad de María Grande. El letrado detalló que “el joven había discutido con su padre y en un estado de mucho nerviosismo y alcoholizado fue llevado a la comisaría. Esa fue la última vez que se lo vio con vida. Días después apareció ahorcado de un árbol. Nosotros tenemos dudas de si se trató de un suicidio o no, pero si fue así, por las pruebas que hay en la investigación, podemos asegurar que el mismo ocurrió dentro de la comisaria y no en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Diego”.

 


En declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza), el abogado recordó lo sucedido: “Diego había estado discutiendo con su padre y ambos tenían carácter muy fuerte. Cuando llegó la hermana, al ver esa situación, llamó a la comisaría para que lo trataran de calmar. Los policías se lo llevaron la noche del 14 de octubre de 2008 a las 21 horas. Esa fue la última vez que se lo vio con vida”.


“Luego se lo encontró muerto a 12 kilómetros de María Grande, colgado de un árbol. El tema es que nosotros tenemos dudas de si se trató de un suicidio o no. Tenemos certezas de que donde fue hallado el cuerpo no es el lugar donde se quitó la vida o donde lo mataron. Una cuestión que nos genera duda es que en la comisaría no figura el ingreso de Diego. En todas las dependencias policiales hay un libro general donde se anotan las personas que ingresan a la comisaría a hacer un trámite y además hay otro donde queda registrado si alguien ingresa al calabozo. Pero nadie lo inscribió a él. Además se lo llevaron alcoholizado y con una profunda crisis de nervios, en esos casos siempre se debe llamar al médico policial, que tampoco se hizo”.


En esa línea, detalló: “En el resultado de la autopsia aparece que el surco de ahorcamiento en el cuello es compatible con un cordón que tenía atado a una media que es la que tenía alrededor del cuello. O sea, en la fotografía de Criminalística aparece que estaba ahorcado con una media, no con un cordón. Eso nos llevó a pensar que la muerte no se produjo en ese lugar, sino en otro lado. Por otra parte, hay una importante cantidad de gente, sobre todo docentes, que pasaban todos los días por el lugar donde fue encontrado el cuerpo y en ningún momento lo vieron y él llevaba puesta una remera rojo fuerte, que es evidente que se debería haber visto si uno miraba para ese lugar. Otra cuestión que nos llama la atención es que otros testigos dijeron que la noche anterior a que lo encontraran, hubo testigos que vieron a la Policía en una actitud de pasar desapercibidos por el lugar”.


Asimismo, agregó que “cuando se quiso peritar la ropa no se encontraba. Las autoridades le dan a la familia el cuerpo y la ropa estaba dentro del cajón, así que se tuvo que exhumar el cadáver para sacarla y poder analizarla. Según el informe, si Diego caminó esos 12 kilómetros para ir a ahorcarse, debería por lo menos haber tenido un poco más de tierra en la remera o el pantalón, pero no tenía ninguna impronta de que hubiera caminado tantos kilómetros. Cuando los canes van a la comisaria hicieron el recorrido y terminaban señalando una escalera que conduce a un dormitorio donde suelen estar comisarios de la fuerza. Cuando se pidió ir a ese lugar, dijeron que se necesitaba una orden de allanamiento porque era un lugar privado. Por eso y otras cuestiones es que pensamos que si fue un suicidio, fue en la comisaría y los policías quisieron desligarse del hecho”.


En ese sentido, el abogado recordó que “hace unos años ocurrió un caso de otro joven que fue encontrado por la Policía en una plaza, de noche, y se le solicitó el DNI, al no tenerlo se lo llevaron a la comisaría y el joven estando en un total estado de pánico se suicidó. Ese juicio fue ganado por la familia porque el Estado debe velar por la seguridad de un interno, por más que sea transitorio o permanente. Con lo que le pasó a Diego podríamos estar hablando de un caso similar”.