La soja, el principal cultivo agrícola de la provincia y el país y uno de los ejes centrales del financiamiento de los productores y del Estado, logró un nuevo récord de superficie sembrada en Entre Ríos dado que en la actual campaña 2013/14 se implantaron 1.363.200 hectáreas, 33.300 más que en el ciclo 2012/13. En términos porcentuales, aquella cifra representa un aumento del 2,5 por ciento respecto del ciclo precedente y 129% más que en la campaña 2000/01, hace 14 años, cuando se implantaron apenas 593.500 hectáreas.
El dato lo dio a conocer el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber) en su último reporte semanal, que incluye un informe sobre la superficie sembrada con soja elaborado por los técnicos bursátiles luego del procesamiento de las imágenes provenientes de los satélites Landsat 8 y Spot –brindadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)– y salidas a campo.
El desagregado de la información permite establecer, además, que del área sojera total, 1.136.900 hectáreas corresponden a soja de primera y 226.300 a soja de segunda.
El crecimiento de la superficie sembrada con la oleaginosa, desde cierto punto de vista, es favorable dado que representa la posibilidad de mayores ingresos para los productores agropecuarios y, vía retenciones y otros impuestos, más divisas para las arcas fiscales. Desde otro punto de vista, sin embargo, la noticia puede no ser tan feliz dado que Entre Ríos necesita más maíz y más sorgo, dos cultivos vitales para la sustentabilidad del sistema por el aporte que realizan a los suelos entrerrianos. El maíz, además, permite agregar valor en origen al transformarse en carne de pollo –y fortalecer la cadena avícola–, de vaca y de cerdo, mientras la soja se va como grano a los puertos del Gran Rosario, sin dejar nada en la provincia.
Evolución
Volviendo a la soja, el informe del Siber destaca el constante crecimiento del área implantada entre las campañas 2000/01 donde hubo 593.500 hectáreas hasta el ciclo 2005/06 cuando alcanzó 1.281.998 hectáreas.
Posteriormente, agrega el trabajo, la tasa de crecimiento se redujo oscilando dentro del rango de 1.300.000 y 1.400.000 hectáreas. Existieron, según las estadísticas de la Bolsa entrerriana, dos excepciones: el ciclo 2008/09, que sufrió una caída (como efecto de una importante sequía estival), y la campaña 2011/12 (cuando la expansión del sorgo limitó hectáreas cultivables a la oleaginosa).
El informe, por otro lado, señala que los departamentos con mayor cantidad de hectáreas dedicadas a la siembra de soja fueron Gualeguaychú, que abarcó el 13 por ciento del área total; Uruguay, 12 por ciento; y Paraná, 10,5; estos tres departamentos totalizaron 486.400 hectáreas, lo cual equivale al 35,7 por ciento del total implantado.
El departamento Diamante, por su parte, posee la mayor participación de soja de segunda, con el 45,5 por ciento (34.200 hectáreas), mientras la soja de primera ocupa el 54,5% por ciento de la superficie implantada (40.900 hectáreas).
A nivel de distrito, el informe del Siber destaca a Pehuajó al Norte (departamento Gualeguaychú) como el de mayor área cultivada, ubicándose en el rango de 40 mil a 50 mil hectáreas.
En un segundo nivel se encuentran los distritos Bergara y Lucas Sur (departamento Villaguay) y Moscas, Genacito y Gená (departamento Uruguay) que se encuentran en el rango de 30 mil a 40 mil.
Estos seis distritos concentran aproximadamente 217 mil hectáreas que representan el 19 por ciento del área total de la soja de primera.
Con relación a la soja de segunda, a nivel de distrito, Palmar (departamento Diamante) cuenta con la mayor superficie, superando las 15 mil hectáreas y ubicándose por debajo de 20 mil. En el rango de 7.500 ha a 10 mil hectáreas se encuentran los distritos Espinillo y Tala (departamento Paraná) y Pehuajó al Norte (departamento Gualeguaychú), publicó EL DIARIO. Estos distritos abarcan una superficie cercana a las 45 mil hectáreas, lo cual equivale al 20 por ciento de la superficie implantada con soja de segunda. (APFDigital)