El río Paraná ha experimentado un marcado incremento de las marcas hídricas, sobre todo en el curso medio y progresivamente en el inferior, según los especialistas es una consecuencia de las intensas lluvias que se produjeron en el norte de la Mesopotamia, Chaco y Formosa, porque el nivel del Iguazú –que se toma como testigo– no se ha modificado en forma importante además siempre se relaciona con las copiosas lluvias que se producen en la naciente en el sur de Brasil.

El titular del Servicio de Sanidad Animal (Senasa), Ricardo Espinosa, comentó que hasta la fecha de acuerdo al registro estadístico que lleva el organismo se han sacado de estos campos alrededor de 10 mil cabezas. Según el profesional, la mayoría de los animales evacuados fueron rumbo a frigorífico porque se trata -en su mayoría- de animales terminados (gordos), lo que implica que el productor no tiene que recurrir a campos alternativos para llevar animales de invernada, es decir, de bovinos que no están en condiciones de vender para faena. “Nadie sacó hacienda de apuro, en emergencia, sino que solamente están previendo que la llegada del agua los obligara a evacuar”, señaló.


Las costas del departamento Victoria también sufrieron una disminución de la superficie utilizable porque la creciente ocupó esos espacios. También reconoció Espinosa que en los últimos 10 días se vienen sucediendo consultas especialmente después la copiosa lluvia que cayó en la zona, según el sitio digital Diario Victoria.