Gabriel Richter, un estudiante del Instituto Superior “Presbítero Orlando Bottegal” de Hasenkamp, con su iniciativa “Carpintería solidaria”, fue uno de los proyectos seleccionados en el programa “Mejor es Hacer” de fortalecimiento a la acción para la comunidad. La idea es refaccionar el mobiliario de esa institución y el de otras entidades educativas locales. Desde que este plan se puso en marcha en 2012, por iniciativa del gobierno provincial, se han elegido 748 proyectos.
El Ministerio de Desarrollo Social se ha propuesto potenciar y acompañar el trabajo solidario de los vecinos hacia la comunidad. Estas iniciativas constituyen una herramienta de abordaje territorial que acompaña a la sociedad en su transformación y fomenta la participación política y la ciudadana. Gabriel Richter, es el presidente del Centro de Estudiantes del Instituto Superior de Hasenkamp, y se ha hecho eco de estos objetivos para llevar adelante un proyecto silencioso pero efectivo y con mucho impacto social, que colabora con la transformación positiva de las instituciones educativas de su localidad.
“Nos encontramos con que había muchísimo mobiliario de la institución a la que pertenecemos que no estaba en condiciones de ser utilizado: mesas, sillas, pizarrones, etc. Vimos que teníamos la facilidad de conseguir los materiales para arreglarlos pero no poseíamos las herramientas para hacerlo” explicó el estudiantes y comentó que “hablando con otras instituciones educativas de acá (por Hasenkamp), nos encontramos con que la problemática era común a todas las instituciones públicas”.
Por ese motivo, “me surgió la idea y la inquietud de presentar este proyecto para solicitar dinero para comprar las herramientas, y así poder llevar adelante la refacción del mobiliario”, expresó.
La refacción se está llevando a cabo por un grupo de jóvenes estudiantes que, además, ya tienen experiencia en oficios: son albañiles, carpinteros, etc. “En el colegio no tenemos demasiado problemas para realizar las refacciones, porque somos todos adultos y conocemos un poco de cómo hacerlo, pero en las escuelas primarias en las que intervenimos, se desarrolla la tarea con la ayuda de los padres de la cooperadora”, aclaró.
Precisó que la idea siempre fue ir capacitándose sobre cómo hacer las refacciones “pero es algo que aún no hemos podido realizar, igual lo tenemos presente y está en nuestras expectativas. Estamos viendo si en el semestre que viene lo podemos articular con la Escuela de Artes y Oficios donde se da carpintería para que los chicos que estudian allí, a medida que aprenden, vayan colaborando con otras instituciones en la refacción de sus mobiliarios”, dijo Richter.
El “Mejor es hacer” les permitió, a los alumnos, comprar una sierra circular, una caladora, taladros y una alisadora. “Nosotros teníamos herramientas propias, que pusimos a disposición, pero la verdad es que estamos muy agradecidos por lo que se nos ha brindado porque sin ello esto no hubiera sido posible o, al menos, todo nos hubiera costado el doble”, destacó.
La institución que más se ha beneficiado del trabajo de estos jóvenes con tanta iniciativa fue la Escuela Secundaria Nº 47 “Eduardo Federico Hasenkamp”. “Estuvimos trabajando sobre la parte de caños de las mesas, lijando y pintando, pero nos cuesta conseguir la madera de las mismas. De las sillas ya adquirimos el repuesto de las tablas”, contó el estudiante, quien además, emocionado, dijo: “Empezamos porque lo que más nos gratifica es hacer cosas; la verdad es que uno ve que hay muchos faltantes y todo el mundo dice ‘qué bueno sería hacer’ pero nadie hace. Nosotros dimos el primer paso de empezar a arreglar las sillas y las mesas de las escuelas, incluso antes de saber que nos aprobarían el proyecto y que íbamos a tener las herramientas, lo hicimos con unas prestadas”.
“La gratificación más importante que recibimos es la de poder ayudar y de saber que ‘estamos haciendo’. Con un poquito de voluntad y un mínimo de tiempo, se pueden hacer cosas. No hay que esperar que las cosas nos vengan dadas siempre”, subrayó finalmente Gabriel Richter.
