Manifestaron su descontento por el alto volumen de la música y la basura acumulada en diferentes sectores. “Los vecinos nuevos que estamos acá desde hace dos o tres años, padecemos las consecuencias de la música electrónica por las fiestas privadas que organizan. “Inician con la prueba de equipos de sonido a las 14, las fiestas comienzan a las 22 con el volumen a pleno y continúan hasta las 13 del día siguiente. Vibra la casa entera”, relató Rolando Pesoa.
El vecino explicó además: “el problema radica en que tenemos ruidos, personas alcoholizadas y drogadas vagando por la ruta, hay niñas y adolescentes totalmente drogas y fuera de si. Acá nos encontramos con jeringas, blíster de pastillas, envases de todo tipo de bebidas alcohólicas”.
Los habitantes de la pequeña comunidad han acudido al presidente de la Junta de Gobierno Carlos Alberto Salas, para que éste dicte una resolución que prohíba la realización de estas fiestas, pero tal forma de gobierno carece de personería jurídica como para dictar una ordenanza de este tipo.
“En ningún momento hemos autorizado esta clase de eventos, y estamos luchando para que dejen de hacerse”, comentó, al tiempo que dijo desconocer a los organizadores de los megaenventos.
“Al haber un vacío legal, la Policía tampoco puede actuar”, criticó el vecino que se hizo de los reclamos de sus pares. “Queremos que se suspendan estas fiestas”, sentenció Salas.
Fuente: Once.