El juez Grippo comenzó a definir la situación de los acusados por las lesiones a policías y los daños en Casa de Gobierno tras la marcha del 18 de abril de 2012 para rechazar la suba del impuesto Inmobiliario Rural. La causa penal tiene a ocho productores rurales, de Tabossi y Victoria, seriamente vinculados. Los delitos que se le pretende imputar a los productores que protestaban contra el aumento del impuesto Inmobiliario Rural son: Atentado contra la Autoridad Pública y Daño Agravado. El juez en los próximos días dispondría que se comiencen a realizar ruedas de Reconocimiento. Tanto Allende como la fiscal, Cecilia Bértora, aguardan esa prueba para avanzar en los pedidos de procesamiento de los sospechosos.
Una vez que sean citados los productores para informarles de su situación judicial, la querella a cargo de Marcos Rodríguez Allende pedirá investigar las responsabilidades de los titulares de Federación Agraria, Sociedad Rural, Federación de Cooperativas y de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos. “Queremos determinar las responsabilidades de los representantes de las entidades rurales, porque ellos hubieran podido frenar tanta violencia y no lo hicieron”, señaló Allende.
Marzo y abril de 2012 fueron meses signados por movilizaciones belicosas en la capital entrerriana, ya sea de los productores que se quejan del incremento del Inmobiliario Rural o de los empleados municipales que se movilizaban contra la no renovación de los contratos de algunos trabajadores.
La Mesa de Enlace Provincial siempre advirtió que la suba del impuesto Inmobiliario Rural estaba causando preocupación entre los productores. Según decían los ruralistas, los números no cierran, porque venían golpeados por la sequía. El campo proponía rever el incremento, que en algunos casos ellos dijeron llegaba al 600%, y acordar un aumento menor al que se había aprobado en 2009. Pero no hubo acuerdo y cada movilización que se realizó dejó su huella. En el medio hubo estériles discusiones políticas entre los que justificaban el incremento y quienes los rechazaban.
En la primera hubo pintadas en edificios públicos de Paraná e interior y en la segunda una botella con combustible cayó sobre los policías que custodiaban el ingreso a Casa de Gobierno. También un chacarero intentó ingresar a la Casa Gris con un tractor. Sin embargo, la movilización del 18 de abril de 2012 fue la más conflictiva. Ese día, cuatro policías terminaron con lesiones visibles en sus rostros y una de las puertas de acceso por calle Córdoba a la casa Gris severamente dañada.
El abogado querellante Marcos Rodríguez Allende precisó a diario Uno que el inicio de la investigación fue muy dificultoso por la gran cantidad de personas que participaron de la movilización. “Con la Fiscalía hemos trabajado en forma aunada para colaborar con la causa”, manifestó el profesional. “Con pruebas ya pudimos determinar las responsabilidades de los ruralistas que agredieron a los policías y daños a un bien de todos los entrerrianos”, opinó.
“Desde ya descartamos que haya sido una manifestación pacífica, por el contrario, acá se violentaron las normas del Derecho Penal contra funcionarios policiales que quedaron con lesiones por cumplir con su deber de custodiar”, indicó.
Allende precisó que varios de los ruralistas ya se encuentran a un paso de la imputación; solo resta realizar algunas ruedas de reconocimiento para aportar más pruebas a la causa. En este sentido, Allende detalló que tanto la querella como la Fiscalía se encuentran trabajando en forma conjunta para poder avanzar aún más en la investigación. Por otra parte, el letrado adelantó que también buscarán probar las responsabilidades de las máximas autoridades de las entidades rurales, quienes “advirtieron lo que estaba pasando y no hicieron nada”.
Allende entiende que la causa es compleja por la gran cantidad de pruebas que se ha tenido que analizar para llegar a sostener quiénes son las personas que tuvieron participación activa en los incidentes.
Una vez producida la prueba se conocerá qué resolución toma el magistrado con los sospechosos.