La cooperativa cultural Puente de La Picada recibió la matrícula que la habilita a funcionar bajo esta forma asociativa. Se trata de una de las pocas existentes de estas características en la provincia y en el país. Integrantes de la cooperativa cultural Puente de La Picada, recibieron este lunes la matrícula que los habilita como una empresa social, de control colectivo y democrático. El acto, realizado en la sede de la Junta de Gobierno, contó con la presencia del ministro de Cultura, Pedro Báez; el diputado provincial, Àngel Vazquez; y el titular del Instituto de Promoción Cooperativa y Mutualidades de Entre Ríos, Ricardo Etchemendy; entre otras autoridades locales y de la región.

Luego, se realizó una recorrida por las instalaciones de la cooperativa, ubicadas en la estación de ferrocarril de la localidad, culminando la jornada con una versión de Puentecito de La Picada, coreada por todos los presentes.


 


Báez, agradeció la posibilidad que se le brindaba para compartir con la comunidad ese importante momento, remarcando la trascendencia del hecho “para mantener viva la convicción por el trabajo colectivo, algo que muchas veces nos quisieron hacer creer que no servía. Además, es un compromiso con la Entre Ríos profunda, con el trabajo de mantener vivo eso tan genuino que tenemos, nuestra identidad y raíces”.


 


Dirigiéndose a los integrantes de la flamante cooperativa, destacó: “Ustedes son un claro ejemplo de la importancia que reviste pensar de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Sin ir más lejos, hace 10 años eran impensadas estas propuestas y es verdad que aún falta mucho, pero también hay que decir que mucho hemos cambiado en una década”, subrayó. Les trasmitió luego los saludos del gobernador Sergio Urribarri y mencionó que ya se están organizando actividades para conmemorar los 200 años de la Batalla del Espinillo.


 


Por su parte, Etchemendy valoró la presencia del ministro, asegurando que formaba parte de una “política de Estado que le da verdadera importancia a las cooperativas. Así lo han demostrado nuestra Presidenta y nuestro gobernador con hechos concretos, no como en la dictadura, cuando Martínez de Hoz implementó políticas destinadas a destruir el sector cooperativo”. También señaló la importancia de que se trate de una cooperativa cultural “y en una provincia como Entre Ríos, que fue pionera en materia de cooperativismo”.


 


Por su parte el presidente de la cooperativa, Jorge Pesoa, resaltó que se trataba de “un trabajo de cinco años, donde todos se arremangaron para colaborar. Nuestra función es hacer visible a mucha gente que hace muchos años hace cultura, es reivindicarlos y ponerlos en valor para que los conozcan a ellos y sus trabajos”. Comentó que el próximo desafío era lograr erigir un monumento en el lugar donde hace 200 años se llevó a cabo la Batalla del Espinillo, “primer hecho histórico en contra del centralismo porteño. Tenemos un gobierno que ha tomado como política de Estado reivindicar la Liga de los Pueblos Libres y nosotros desde el principio nos sentimos parte de esa iniciativa”.


 


Una de las socias fundadoras de la cooperativa, la cantante de raíces mocovíes y guraníes, Silvia Lanche, deleitó a los presentes con una versión muy particular de Puentecito de La Picada. Contó que sus canciones tienen palabras de sus pueblos y que una en especial, Guerrero de Luz, nombra todos los pueblos originarios de América del Sur. Lanche destacó que “es una cooperativa porque todos cooperamos. Es un intercambio, yo aporto como artistas y ellos me colaboran para poder mostrar mi trabajo. Es un ida y vuelta, hay mucha riqueza porque todos provenimos de lugares diferentes, cada uno con su ideología, sus raíces y sus conocimientos. Hay uno de cada color y esa diversidad es lo más hermoso”.


 


El presidente de la Junta de Gobierno de La Picada, Alfredo Herrera, resaltó que se trata de un grupo de personas de la comunidad y la región, “que venimos realizando actividades culturales desde hace mucho tiempo. Es un orgullo ser parte de esta comunidad que tiene la impronta de ser hoy una de las pocas cooperativas en esta materia”.


 


Los integrantes de la cooperativa contaron que el nombre elegido se debe a que en la década del `60, existían en la zona peronistas y antiperonistas, azules y colorados. En una interna entre estos bandos, en 1961, hicieron volar el puente de La Picada, el viejo puente que todos conocen por la canción de Jorge Méndez. Actualmente, las ruinas de ese puente siguen en el lugar “y nosotros con este nombre quisimos reivindicar ese lugar y reconstruirlo. El que se conoce es el de curvas y contracurvas, que se construyó luego”.


 


También indicaron que existían muy pocos antecedentes de cooperativas culturales, con lo cual, llegar a lograr la matrícula y reconocimiento para trabajar bajo esta forma asociativa “fue un arduo trabajo”.


 


Informaron finalmente que los miércoles a las 19 se comenzará a reunir en la sede del Rectorado de Uader, la comisión pro monumento para conmemorar los 200 años de la Batalla del Espinillo. También este viernes se realizará una reunión en este sentido en el Senado entrerriano.