Este lunes por la mañana comenzó el proceso de toma de declaración a allegados, conocidos y testigos de lo sucedido en la pequeña población entrerriana. Ante el juez Elvio Garzón, testificó la novia de la víctima. La muchacha dio información de cómo estaba la relación con Céparo, pero no pudo ser tajante a la hora de explicar por qué Molaro habría ejecutado a tiros a su novio en la puerta de su casa. También prestó declaración testimonial uno de los amigos más cercanos a Molaro de nombre Alejandro quien no aportó datos directos que permitieran conocer los móviles del ataque
El hijo de la mujer encontró descompensado a Céparo por lo que avisó al resto de los familiares. La novia se tomó un tiempo para hablar de la víctima y del acusado, a quien catalogó como un conocido de Alexis.
Luego fue el turno de un joven a quien se consideró un amigo de Molaro. El muchacho de Cerrito hizo saber que el prófugo era una persona trabajadora, que no tenía problemas con nadie. Tampoco aportó datos directos que permitieran conocer los móviles del ataque efectuado con un arma de grueso calibre.
Pese a esto, se conoció que tanto la novia de la víctima, como el mejor amigo aportaron algunos datos que podrían llegar a ser significativos para apuntalar alguna de las líneas investigativas.
Tales expectativas se sumaron a algunos indicios que se extrajeron de las pericias practicadas a dos computadoras y un par de celulares que fueron secuestrados.
Personal de la Dirección de Inteligencia Criminal ya analizó el material incautado, por lo que se espera que envíe las conclusiones al juez para que entrecruce la información que ya comienza a engrosar el expediente.
En tanto, el personal policial sigue buscando datos en Cerrito con el fin de saber del paradero de Molaro, como también tratar de conocer los motivos del ataque.
Prófugo con 4.000 pesos en efectivo
En Cerrito se informó en distintos sectores que Molaro ya tenía organizada la fuga tras atacar a Céparo. La versión fue dada por allegados al prófugo, que habrían admitido a los investigadores que tenía al momento del hecho cerca de 4.000 pesos en efectivo que había cobrado de su trabajo en la empresa del padre.
Molaro cuenta con una pequeña firma dedicada a la construcción en Cerrito y Paraná Campaña, y por ello es que se le había entregado el dinero correspondiente. Se cree -en esa hipótesis- que el acusado del hecho premeditó el ataque al punto tal de acondicionar su auto, que luego abandonó en La Paz, y tener de respaldo económico una suma cercana a los 4.000 pesos.
Con este aporte, los pesquisas tratan de obtener otros datos en el entorno familiar, porque se cree ahora que, tal vez, no dieron toda la información necesaria sobre el suceso en sí.
Mientras corren los días, la Jefatura de Policía de Entre Ríos dispuso profundizar la búsqueda no sólo en Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires con brigadas especiales al frente de comisarios generales, sino que desde este lunes, cerca de 200 uniformados comenzaron los rastrillajes en distintos sectores específicos de La Paz y de Paraná Campaña.
Se quiere descartar la posibilidad de que Molaro esté escondido en algún monte o zona rural. También se quiere eliminar la posibilidad de que el acusado del homicidio se haya suicidado.
En el arranque de la búsqueda, no hubo mayores novedades sobre el paradero del prófugo. Así y todo se comentó a Uno desde la fuerza policial que el trabajo de rastrillaje continuará, lo mismo que la tarea de localización en otros puntos del país y hasta en países vecinos.
Llama la atención cómo de la noche a la mañana desapareció Molaro, sin ser visto por nadie. Lo último que se conoce es que el 22 se lo vio a la salida de La Paz.