Un grupo de ciudadanos de Colonia Avellaneda reclamaron frente a la comuna buscando una solución, ya que el agua es de mala calidad, sale negra y con olor. Tras la última lluvia, se inundaron las casas con materia fecal por el desborde de las cloacas. Víctor Videla, presidente de la vecinal del barrio 400 viviendas que fueron construidas por el IAPV, dijo que “estamos apoyando a los vecinos del barrio 200 viviendas en el reclamo de cloacas y agua. Nosotros también lo sufrimos desde que llegamos al lugar, hace un año y nueve meses. El agua sale con muy mala calidad, con olor, color y demás”.
Asimismo, afirmó que “la única respuesta que hemos recibido es un papel sin firma, diciendo que el agua es potable y que tiene mucho hierro. Por el tema del color y el olor no nos saben explicar”.
Agregó que “se han presentado muestras de agua en Paraná, pero las han perdido. Hace dos meses atrás nos salía 700 pesos cada muestra. Ahora, nos arreglamos comprando bidones pero es carísima”.
Por su parte, Claudia Permuchi, vecina, señaló que “estamos muy enojados porque hace varios días dejó de llover y hay materia fecal en las casas. La tapa de la cloaca fue levantada por el agua y se rebalsó. Se inundaron todas las casas con materia fecal y se arruinaron varias cosas. Son muchas las viviendas afectadas y no es la primera vez que pasa esto”.
Explicó que “hay mucha gente a la que le han salido granos en el cuerpo y cabeza. Una nena fue internada con el 40% del cuerpo contaminado con materia fecal, como consecuencia de tomar el agua que sale de la canilla” y agregó que “hicieron una prueba de agua y dijeron que era potable, pero no es así ya que es muy sucia y sale negra”. “Hace días que tengo la casa con olor a cloaca y cuando me baño ese aroma queda, por lo que me tengo que perfumar porque otra opción no tengo”, expresó.
Mónica Gutiérrez, vecina del lugar, manifestó que “se me mojaron los colchones, las camas, perdí muchas cosas. Es impresionante como estamos inundados por las cloacas. Hubo chicos con diarrea por tomar agua. No podemos bañarnos ni lavar ropa por el olor que tiene”.
Constanza Sevurger, vecina, indicó que un funcionario de IAPV que se hizo presente, “se retiró y no nos brindó ninguna respuesta. Están más preocupados por otras cosas que por dar soluciones importantes a la gente que vive en el lugar. El agua `pública´ que pagamos no es buena, es pesada y a veces sale marrón. Además, las casas que pagamos se rajan, están todas fisuradas. Mi calle todavía no está asfaltada”.