Hace tres años se inició la construcción de cinco aulas y, a pesar de estar avanzada, la obra no se termina. El cuerpo docente está muy preocupado por la falta de espacio para poder enseñar. Sólo resta colocar las aberturas y equipo de sanitarios, para que la construcción sea habilitada. Mientras tanto, algunos de los escolares acuden a clases a edificios cedidos a modo de préstamo por la comuna (fuera de la institución) y otros se ven obligados a trasladarse cada mediodía a las mesas que se encuentran bajo los árboles, haga frío o calor, ya que la sala que hace las veces de aula es en realidad el comedor estudiantil y es requerido a la hora del almuerzo.

Hace tres años se inició la construcción de cinco aulas, un grupo de sanitarios, un hall y una galería en la escuela de Nivel Medio Nº 39 Villa Urquiza, de la localidad homónima. Se preveía una inversión de 1,5 millones de pesos, con aportes por parte del gobierno provincial. Aunque el grado de avance es importantísimo, las obras aún no han culminado debido a la falta de actualización en los pagos a la empresa adjudicataria de la obra.


 


Las autoridades de la institución educativa se mostraron muy preocupadas por la excesiva demora de la obra, y aseguraron que más allá de las reiteradas comunicaciones telefónicas con miembros de la Dirección de Arquitectura de la Provincia, hasta el momento no hay respuestas en cuanto a la continuidad de la obra.


 


Cristina Zof de Almada es rectora del establecimiento y forma parte del cuerpo de docentes desde los inicios de la institución. La 39 se creó en 1985 sobre las instalaciones de una vieja escuela de Agricultura fundada hacia 1895, y que fue una de las primeras agrotécnicas de la provincia y del país, anterior aún a la escuela Alberdi.


 


En diálogo con UNO la docente indicó: “Nuestra preocupación es a raíz de la demora en la finalización de la obra”, y destacó que el pedido de la construcción de aulas llevaba, ya al momento del anuncio de la realización de la obra, muchos años. Es que la escuela no cuenta con un edificio nuevo, sino que se fue adecuando el que había desde la fecha fundacional.


 


“Ahora falta muy poco para que se cumplan tres años del inicio de la construcción de cinco aulas y un grupo de sanitarios ubicado en un sector del patio. Esto salió a licitación en 2008 y al poco tiempo se inició la tan esperada construcción”, relató la docente.


 


La obra no tenía más de un año como plazo de ejecución, por lo que las autoridades realizaban proyecciones a muy poco plazo en relación a la distribución de las aulas, que generaría una mayor comodidad al grueso de la comunidad educativa.


 


Los plazos se fueron dilatando, y en casi tres años la empresa, por fata de dinero por parte del Estado provincial, no ha logrado concluir cinco aulas.


 


De extrema necesidad


La culminación de las obras representa realmente una necesidad para la comunidad educativa. “Vivimos una situación muy complicada. Para plantear esto justamente hemos enviado notas al gobernador (Sergio Urribarri), solicitamos audiencia al ministro de Gobierno, Adan Bahl, a la Dirección Departamental de Escuelas y fundamentalmente nos comunicamos en forma permanente con miembros de la dirección de Arquitectura de la Provincia, pero más allá de nuestras gestiones, no se avanza en la culminación de la obra”, lamentó la rectora.


 


“La semana pasada directamente no hubo personal de la empresa trabajando en las aulas, hoy (por ayer) regresaron, pero no trabajan a pleno. El jueves hablé a Arquitectura y me dijeron que tenían certificados para entregar a la empresa constructora, pero en definitiva no sabemos si les han entregado los pagos o no”, dijo la docente y aclaró que con el propietario de la empresa constructora han tenido desde el principio un buen diálogo.


 


“No está en el ánimo del constructor paralizar la obra porque sabe cómo nos preocupamos y de la necesidad de contar con la nueva construcción, pero al no pagarle la Provincia, le es muy difícil continuar con los trabajos”, señaló.


 


El avance de la obra está cercano a un 90%, sólo faltan colocar las aberturas y los equipos de sanitarios.


 


Mientras tanto los cursos iniciales asisten a clases en un edificio municipal donde antes funcionaba una biblioteca, y que fue cedido a modo de préstamo por la comuna. El mismo se encuentra ubicado frente al establecimiento educativo, y aunque es pequeño, les ha permitido desconcentrar las actividades áulicas.


 


“Los chicos de los cursos mayores concurren a clases a un salón de usos múltiples que hace las veces de sala de reuniones y diariamente de comedor estudiantil”, contó Zof de Almada. Incluso especificó que el almuerzo se realiza en dos turnos, dado que la capacidad del salón es insuficiente.


 


Cada mediodía, los alumnos deben abandonar el salón y reunirse en las mesas bajo los árboles, para continuar con su aprendizaje, porque se ocupa el comedor y las otras aulas también. “Haga frío o calor, los chicos tienen que desocupar el aula”, explicó la directiva.


 


Acotó también que no cuentan ni con preceptoría ni sala de reuniones, los equipos de computación son perjudicados durante los días de lluvia por las goteras de la sala donde están instalados.


 


“Es que son estructuras muy viejas, teniendo las aulas nuevas nos será más fácil reubicar los espacios”, indicó la rectora.


 


La escuela secundaria cuenta hoy con una matrícula de 170 alumnos y una residencia para varones y mujeres. El resto de los alumnos son oriundos de la zona, de Colonia Nueva, San Benito, Cerrito, Colonia Crespo y Avellaneda, La Picada, La Balsa y Paraná.


 


Producción agropecuaria


El establecimiento cuenta con una industria en la que los estudiantes del ciclo básico asisten al taller de industria, de producción animal y vegetal. Allí se producen dulces y lácteos de más compleja elaboración que se comercializan en la proveeduría escolar y también en diferentes ferias.


 


“Con mucho esfuerzo hemos tratado siempre de enriquecer los sectores didácticos productivos. Esos sectores en estos últimos años se vieron favorecidos gracias al trabajo sostenido y permanente de los docentes de la escuela que gestionaron proyectos ante el INET y con los fondos de esos proyectos aprobados incorporamos mucha tecnología para el sector de industria, de faena de pollos y parrilleros”, indicó la rectora.


 


Destacó que el establecimiento también cuenta con un laboratorio para el área de Ciencias Básicas; una estación meteorológica que forma parte de la red de la Dirección de Hidráulica (a partir de un proyecto aprobado por la fundación YPF), dos gabinetes de Informática.


 


“Acá ya hubo una escuela de Agricultura, las inclemencias del tiempo la destruyeron y esta escuela, de la cual formamos parte, se inicia en el mismo lugar que la anterior por inquietud de toda la comunidad, allá por 1985. Hasta hoy estamos en las mismas aulas de la construcción vieja”, recalcó.


 


También aportó que “la institución ha cumplido y cumple un rol fundamental en la comunidad, porque además de dar la posibilidad a los chicos de no tener que emigrar hacia otras localidades para continuar sus estudios, brinda muchos servicios a la comunidad. Fuente: Diario Uno