La revalorización del asado con cuero entrerriano, la declaración de la ciudad cordobesa de Oncativo como la capital del salame, un reclamo a la comunidad internacional para combatir el hambre en África y hasta un repudio contra el uso de Viagra por parte de los soldados de Libia: entre las propuestas disparatadas de los legisladores argentinos hay para todos los gustos. En su propuesta, Zavallo solicita que Viale se declare la capital de ese tipo de plato “que valoriza la identidad cultural entrerriana y su relación directa con la producción ganadera”.

No solo sobre presupuesto, ley de tierras, aborto y muerte digna discuten los legisladores en el Congreso. El debate parlamentario también discurre entre planteos y cuestionamientos sobre una extensa lista de proyectos de los más insólitos que abarcan todo tipo de temáticas, desde exóticas artes culinarias hasta agasajos e idolatrismos a glorias deportivas. Curiosamente, consumiendo en su elaboración tanto esfuerzo humano como si de grandes políticas de Estado se tratara.


Entre ollas y proyectos
Es muy común escuchar decir que el Congreso nacional es la verdadera cocina de la política, donde se hornean a fuego lento las principales decisiones que regularán nuestras vidas. En rigor, los legisladores parecen habérselo tomado realmente en serio porque es cada vez más el esmero y atención que dedican a la revalorización de las recetas tradicionales. Tal es así, que el diputado peronista Gustavo Zavallo (Entre Ríos) viene impulsando desde hace ya casi dos años el reconocimiento del asado con cuero entrerriano.


El proyecto declara a la ciudad de Viale, Entre Ríos, como la capital nacional de esta variedad de carne vacuna y reclama la inclusión de su festividad en el calendario turístico nacional. Es que, tal como fundamenta el autor del proyecto, se trata de un “acontecimiento que valoriza la identidad cultural entrerriana y su relación directa con la producción ganadera, la gastronomía típica generada con ésta y las destrezas de los asadores”.


El mayor atractivo de esta celebración anual es el Concurso del Asado con Cuero en el que se seleccionan las formas más acertadas de preparación de la carne vacuna asada con cuero, con el objeto de destacarlas y preservarlas en el tiempo. “El jurado, además de degustar el asado, debe seleccionar la mejor carne, la vestimenta de los participantes, el desmenuzado del animal, condimentado y presentación del mismo”, detalla el legislador, con remarcable sapiencia gastronómica. ¿Resultado quizás de reiteradas incursiones personales en el terreno con fines meramente investigativos? Todo puede ser.


Pero como todo buen asado debe ir acompañado de una picadita, en este rubro también hay proyectos para todos los gustos.


Desde 2005, por caso, los diputados cordobeses insisten en declarar a la localidad de Oncativo como la capital nacional del salame casero. En dos oportunidades obtuvo dictamen de comisión, pero nadie se animó hasta ahora a pedir una cuestión de privilegio por el salame en el recinto. Este año, el diputado cordobés Francisco Fortuna presentó una iniciativa para declarar de interés la festividad aduciendo que “el evento consiste principalmente en la degustación de salames caseros como un reconocimiento al esfuerzo y labor cotidiana”, y describió:


Al finalizar la fiesta se elige el mejor salame teniendo en cuenta sabor, color y prolijidad de presentación. Desde hace algunos años se eligen dos reyes por separados: el Rey del Salame Artesanal, para propio consumo, y el Rey del Salame Comercial, para permitir la promoción de la industria de la ciudad”. No sea cosa que confundan sus roles.


Y, por supuesto, la mesa no estaría completa sin un buen tinto. Además de los cuatro proyectos que buscan declarar desde el Parlamento al vino como bebida nacional -medida ya adoptada por la presidenta Cristina Kirchner-, la más curiosa de las resoluciones impulsadas es la del radical Ricardo Mansur solicitando al Poder Ejecutivo que disponga las medidas necesarias para que en los medios de transporte de larga distancia nacional e internacional se provea vino para el consumo de los pasajeros. “La tradición del consumo del vino se ha visto desplazada en los últimos años por bienes sustitutos, como es el caso de la cerveza u otras bebidas alcohólicas”, justifica el radical, y asegura que con este proyecto se busca estar en consonancia con la “tan acertada iniciativa del PEN” de reconocer a esta bebida. Si bien se sobreentiende que los conductores deberán abstenerse de degustar el vino, ¿qué opinarán las asociaciones de seguridad vial al respecto?


Fútbol, cumbia y algo más
Los textos legislativos muchas veces revelan también los gustos y preferencias de sus autores, dado que es costumbre que presenten iniciativas para distinguir a figuras públicas por su trayectoria. El diputado macrista Christian Gribaudo, por ejemplo, no puede ocultar su fanatismo por Martín Palermo y promueve una iniciativa para distinguir la actuación del futbolista argumentando que, “con su sacrificio, humildad, perseverancia, trabajo y calidad humana, representa un orgullo para el deporte argentino y un ejemplo para las futuras generaciones de deportistas en nuestro país”. En tanto, la diputada especialista en temas de mujer y familia Ivana Bianchi destapó también su fanatismo por Lionel Messi porque, “contra todos los pronósticos, la Pulga fue elegida como el mejor jugador del mundo en 2010 por la FIFA”, reprodujo Cronista.com.


Sin embargo, la gran sorpresa la dio el senador Carlos Reutemann, al desnudar su vocación de romántico tropical como fan de su coprovinciano Leo Mattioli: “Ha sido un artista muy reconocido y muy querido, no solo en la provincia de Santa Fe, sino también a nivel nacional e internacional”, destaca el ex corredor de Fórmula Uno en los fundamentos de un proyecto de declaración para expresar su pesar por el fallecimiento del ídolo. Otra de las tantas iniciativas insospechadas de algunos legisladores argentinos.