La jueza María Gabriela Tepsich declaró ayer la quiebra de la firma crespense Miguel Waigel y Cia, dado que fracasó el proceso de rescate y ante la imposibilidad de los socios de la compañía de alcanzar un acuerdo con los acreedores que cumpla con las mayorías fijadas por ley. Según la información del expediente, la magistrada dispuso también la inhibición general de bienes de los integrantes del directorio, quienes tienen desde ahora vedada la salida del país.
El derrotero que comenzó con la cesación de pagos a mediados de 2009 y se prolongó con un concurso preventivo complicado y extendido que se inició en agosto de ese año, llegó a su fin: la Justicia dispuso la quiebra de Miguel Waigel y Cia.
La decisión fue tomada ayer por la jueza Tepsich, luego de que el único supuesto interesado en rescatar la empresa, Martín Porpatto, abogado santafesino asociado a la familia Waigel en otra empresa (Cementos del Paraná), no presentara formalmente el plan de recuperación e inversión, y tras el fracaso de los directivos de la compañía en alcanzar la anuencia en cantidad de acreedores y monto de la deuda para reestructurar el pasivo.
Ahora, la sindicatura a cargo del Estudio Cerini, deberá liquidar el activo de Waigel para cancelar el pasivo, lo que tampoco será fácil, ya que está probado que la empresa tiene un patrimonio neto negativo.
La disposición de la magistrada contempla la inhibición y desapoderación general de bienes de la firma, así como la inhibición general de bienes de los integrantes del directorio, compuesto por Miguel Artemio Waigel y sus hijos Nanci del Cármen; Maricel Alejandra y Miguel Francisco quienes, además, tienen prohibido salir del país. (APF.Digital)