En la Escuela Nº 60 Martín Miguel de Güemes de Viale, el ordenanza, juzgado por abuso sexual, aún mantiene su cargo y la historia tiene varias vueltas. Empezó hace muchos años, en verdad, siete. Ese fue el tiempo que tardó en ganar la luz pública un caso de abuso sexual de un hombre mayor, hoy de 55 años, sobre una menor, hija de su pareja, a la que además obligó a practicarse un aborto. El hecho ocurrió en una zona rural de Viale, a 50 kilómetros de Paraná.
El hombre tiene una causa en la Justicia, pero el fallo condenatorio todavía no está firme, y además, tiene abierto un sumario administrativo en el Consejo General de Educación (CGE), una derivación de ese expediente judicial en trámite. Pero como el caso judicial todavía no se cerró, aún mantiene su cargo de ordenanza en la Escuela Nº 60 Martín Miguel de Güemes, de Viale.
El caso se ventiló en septiembre pasado en la sala de audiencias de la Sala II de la Cámara del Crimen, en Paraná, y cuando los padres y docentes se enteraron de la acusación que pesaba sobre el hombre, cuyas iniciales son CAF, el malestar comenzó a crecer. No lo querían de ordenanza junto a los alumnos de la escuela, y pidieron que sea reubicado en otro lugar.
Sin lugar
el 21 de octubre último, Roque Caviglia Arias, director departamental de Educación de Paraná, firmó la disposición Nº 116, por la que resolvió reubicar a CAF en otro establecimiento educativo. El nuevo destino es la Escuela Normal Superior de Viale, como “personal de servicios auxiliares”, según el texto de la disposición.
Educación no sólo buscó atender el reclamo de docentes y padres de la Escuela Güemes, sino además atenerse a la normativa vigente, que establece que el ordenanza no mantenga contacto con alumnos “hasta tanto finalice el sumario” ahora en marcha.
“No lo podemos echar, porque no hay ningún fallo condenatorio en firme, y por eso mantiene su cargo. Y lo que se buscó es que no tuviera contacto con alumnos. Es tarea del rector de la Escuela Normal velar para que esto ocurra. No hay muchas opciones para reubicarlo en esa ciudad”, dijo Caviglia, al ser consultado por EL DIARIO.
En realidad, en la Escuela Normal tampoco están dispuestos a compartir horario de clase y lugar de trabajo con una persona con una causa judicial tan pesada. Y por eso padres, docentes y alumnos elevaron un petitorio a Caviglia poniéndolo al tanto de ese malestar.
El funcionario se excusa, y dice que se actúa dentro de los parámetros que marcan las normas vigentes. “Nosotros lo tenemos que mover dentro de los ámbitos que tiene el Consejo, y que esto no implique contacto con otros menores. Por ejemplo, disponiendo que trabaje en un horario diferenciado. Como no hay sentencia firme, no se lo puede dejar cesante”, opinó.
Al respecto, explicó que “buscamos la mejor solución. Si conseguimos otra solución mejor, vamos por otra. Lo que pasa es que en esa zona, no tenemos alternativas para reubicarlo en otro lugar. Incluso, hablamos con el Municipio, pero no hubo alternativas, así que se lo destinó a la Escuela Normal”, explicó.
Enojo
Jorge, papá de un alumno que asiste a la Escuela Normal, contó que CAF se presentó hace 15 días a trabajar, llevando consigo la directiva firmada por Caviglia que lo autorizó a reubicarse en ese establecimiento. Pero que allí se encontró con la negativa. “Se le pidió que no entrara hasta tanto se resuelva el caso judicial. Trae un prontuario muy feo, con violación, y no se le podía permitir que estuviera en contacto con los chicos”, dijo.
De inmediato, padres, docentes y alumnos firmaron un petitorio dirigido a Educación en el que lisa y llanamente reclaman que se deje sin efecto la reubicación del ordenanza en esa escuela. Pero el planteo hasta ahora no ha tenido respuesta.
Al rector Raúl Levin se lo nota incómodo con la consulta periodística. Pero después acepta una charla fluida sobre el caso que, dice, le resulta difícil manejar. “No es una cosa de todos los días”, acepta.
CAF llegó hace dos semanas para iniciar sus tareas como ordenanza en la Escuela Normal pero no alcanzó a estar un día. Al siguiente, se retiró con uso de licencia. Y desde entonces no hay vuelto. En medio, está la presentación que efectuó la escuela ante Caviglia, para que no sea afectado a ese establecimiento.
Levin dice que, aún con las restricciones horarias, no se podrá impedir que CAF tenga contacto con los alumnos. A ese respecto, explica que la medida adoptada por Educación fue reubicar al ordenanza en el nivel superior, que empieza sus actividades a las 17. “Pero resulta que los chicos del secundario se retiran a las 19, con lo cual habrá contacto con los alumnos”, observa el rector.
Así las cosas, no plantean ninguna alternativa: enfáticamente, rechazan que el ordenanza permanezca en la Escuela Normal. (APF.Digital)