Luego del anuncio del Gobierno entrerriano –ratificado más tarde por la firma YPF de que se iniciarán explotaciones en la provincia para buscar petróleo– la inquietud sobre las posibilidades reales de hallar ese recurso energético hizo posar la mirada en la comunidad científica. Especialistas coinciden en que el proyecto es viable pero que se trata de una inversión de riesgo y que no asegura resultados. Sin embargo, apuntan que en el centro-norte entrerriano el subsuelo tiene condiciones de generación y almacenamiento de gas o petróleo. “La zona de mayor prospectiva en la provincia está entre las localidades de Cerrito, Estacas, Los Conquistadores, Federal y la cuenca del río Gualeguay”, indicó el geólogo oriundo de Villa Urquiza, Florencio Aceñolaza.
CUESTIONES TÉCNICAS. Los hidrocarburos son un insumo fundamental y de distribución totalmente asimétrica y azarosa en todo el planeta, y en la medida en que todavía no existe sustituto importante y con precios competitivos, representan el eje de la matriz energética.
A nivel mundial, las reservas probadas y la extracción mantienen una marcada tendencia declinante a lo largo de los años: mientras que hace una década las reservas equivalían a 36 años de extracción, en la actualidad representan a 23 años. Y Argentina, que por el momento mantiene una posición de exportador neto, se ha vuelto vulnerable por las falencias en materia de exploración de hidrocarburos en los últimos años y la creciente demanda interna.
En ese panorama, la única apuesta posible es la búsqueda en áreas que no hayan sido exploradas para tratar de detener el actual curso de pérdida de autoabastecimiento. Y así es como surge la posibilidad de buscar petróleo en Entre Ríos. Ahora bien, ¿es descabellado pensar que el subsuelo entrerriano tenga reservas de gas y petróleo? Aunque más medidos ante tanta euforia oficial, los especialistas son optimistas, pero advierten que emprender trabajos de exploración de hidrocarburos en la provincia representa una inversión de alto riesgo.
Estudios geológicos avalan los trabajos que están a punto de comenzar. La provincia de Entre Ríos se encuentra ubicada en la denominada cuenca Chaco-Paranaense, que integran también Corrientes, Misiones, Santa Fe, Chaco, Formosa, algunas zonas de Córdoba y
El geólogo Florencio Aceñolaza explicó a EL DIARIO que “la materia orgánica que es el petróleo quedó depositada dentro de los estratos y el espesor del sedimento de alguna manera la licua y acumula, siempre y cuando haya una estructura sedimentaria adecuada”, y estimó que “la zona de mayor prospectiva en la provincia está entre las localidades de Cerrito, Estacas, Los Conquistadores, Federal y la cuenca del río Gualeguay, porque los estudios geofísicos que se han hecho muestran que la cuenca se profundiza y tiene mayor espesor de sedimentos en la región centro-norte de Entre Ríos. Por el contrario, al sur hay un paquete de rocas graníticas muy antiguas que estaría limitando el desarrollo potencial de una cuenca petrolera”.
De todas maneras, aclaró que “lo primero que hay que hacer es una exploración geofísica muy profunda a través de un método que permite contabilizar la cantidad de estratos geológicos que hay entre la superficie y las rocas más profundas que suelen ser de tipo graníticas. Si en el fondo de nuestro subsuelo se detectan estructuras adecuadas para el almacenamiento de gas o petróleo se haría un pozo de exploración de 4.000 ó
Aceñolaza es un especialista reconocido a nivel mundial. Oriundo de Villa Urquiza, es investigador del Conicet, secretario general de
El geólogo alberga buenas expectativas de encontrar hidrocarburos en la provincia: “No es algo remoto que haya petróleo porque Entre Ríos está en la mitad de camino entre dos cuencas y es casi una lógica que se repitan las condiciones de generación y almacenamiento. La cuenca Chaco-Paranaense está vinculada en la llanura pampeana con la cuenca brasileña de Iratí, que ya tienen probada la existencia fundamentalmente de gas pero también de petróleo, y la cuenca andina del borde salteño que tiene ambos.
Si en la provincia se determina que existe ese espesor sedimentario y las rocas madres en las que se inicia el proceso de licufacción del petróleo o del gas, habría buenas perspectivas. Pero eso se sabrá recién cuando se hagan las perforaciones”, apuntó.
En tanto, el director General de Minería de la provincia, Jorge Tomás, agregó que “la presencia de materia orgánica en cantidad hace que se pudieran generar hidrocarburos líquidos o gaseosos. Este petróleo se aloja en algún lado y se mueve y eso hace que en algunos lugares pueda haber una reserva, pero esa migración es lo que genera incertidumbre sobre la presencia de petróleo en esta cuenca y sobre si las cantidades que pudiera haber hacen económicamente viable su extracción. Para tener certezas hay que explorar y por eso en esta instancia se habla de probabilidades”, y resumió: “Hay cuenca, sedimentos y rocas madres. Esto significa que la provincia está incluida en un área potencialmente productora de gas y petróleo. De manera que existen datos pero no certezas de la presencia de hidrocarburos”.
La búsqueda intensiva y racional de nuevos yacimientos hidrocarburíferos surgió como una necesidad ante la creciente importancia de la industria energética y el agotamiento de los recursos naturales no renovables. El hallazgo de yacimientos petrolíferos no está librado al azar y obedece a una tarea científicamente organizada y planificada. La provincia de Entre Ríos es un territorio casi inexplorado pero la presencia de YPF en la zona obedece a esa lógica. Se trata de una inversión de alto riesgo más que por la enorme inversión que supone por la falta de certezas. Aunque los especialistas coinciden en que vale la pena correr ese riesgo.
Datos
10 Millones de dólares es el costo estimado que tiene la realización de un pozo para la búsqueda de hidrocarburos.
7 Bloques son los que se asignó a YPF para los trabajos de exploración en Entre Ríos, con un máximo de
Antecedentes y estudios previos en la provincia
La búsqueda de petróleo en Entre Ríos se planteó en octubre de 2006. Pero durante el siglo XX se realizaron distintos estudios con experiencias y resultados disímiles aunque con el común denominador de la posibilidad latente de hallar reservas de gas o petróleo en el subsuelo entrerriano.
Los primeros intentos exploratorios se remontan a la década de 1930, cuando
La experiencia más relevante se dio a mediados de siglo, con una perforación de
En 1974 el Área de Planeamiento de