Un grupo de productores y vecinos de esta ciudad expresó su malestar “por tantas promesas de obras inconclusas que dejan a Hernandarias en un pueblo olvidado”. A través de una nota publicada por el Semanario el Observador, recordaron que “en 2003, Hernandarias sufrió el desmoronamiento de sus barrancas por causas naturales y que dejó al camping municipal totalmente inactivo, provocando una importante fuga turística, dejando atrás el famoso slogan que nos identificaba de ‘Hernandarias, la perla del Paraná.
Luego del desastre, el ex intendente Enzo Invinkelried gestionó la reconstrucción de los daños a través de una obra de estabilización de barrancas. Este trabajo se lo adjudicó a una UTE que tuvo que suspender la ejecución, porque no le enviaban fondos. Pero lo más preocupante es el poco control de parte del Estado, ya que los sectores construidos presentan grietas y fallas, por lo que podemos suponer que como todas la obras públicas en los últimos años, fueron provisorias”.
Los vecinos agregan: “Con respecto a la Ruta N° 8, que nos une con Cerrito, único acceso que estaba en condiciones, hoy es una cinta minada de ‘cráteres’, que ponen al automovilista en una formidable prueba de destreza para no romper sus vehículos. Últimamente nos pusimos contentos porque vimos a una empresa haciendo bacheos. Lamentablemente, el trabajo se hizo desde Cerrito hasta Pueblo Brugo y encima, ya se está rompiendo nuevamente, en menos de un mes”.
En la carta añaden: “El 28 de noviembre de 2008, el gobernador Sergio Urribarri y su comitiva de funcionales, realizaba la apertura de los pliegos de licitación para la repavimentación de la Ruta N° 7, que nos une con la N° 12 y de la construcción del puente sobre el arroyo Hernandarias. Esto, obviamente nos puso muy contentos, ya que este tramo de ‘camino de la producción’, estuvo olvidado y fuera de los proyectos de los gobiernos durante más de 30 años. Pero como no hay felicidad completa, hoy las empresas constructoras ya han retirado las maquinarias y cesanteado al personal, dejando otra obra sin terminar.
En esto queremos destacar el buen trabajo de compactación que se estaba realizando y se corre el riesgo, dejando esto a ‘cielo abierto’, que con el tiempo se destruya. Todo lo realizado en la Ruta 7, hoy queda en la nada, ya que el Estado no aporta las certificaciones a las empresas desde hace 9 meses. Lo más doloroso para Hernandarias y su zona rural es que mientras quedamos en el olvido, seguimos viendo tantas promesas y anuncios de obras y aportes, pero nada de inauguraciones de obras terminadas, dejándonos sin esperanzas de tener una ciudad de progreso”.