La empresa Sagemüller SA, que atravesó un proceso de concurso preventivo hace unos años, pondrá nuevamente en marcha la planta frigorífica de carne aviar, confirmó el secretario de Economía y Hacienda de la municipalidad de Crespo, Omar Izaguirre. Por su parte, el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Fernando Raffo, informó que la planta “ya tiene certificado de aptitud ambiental” y “cumplió con el procedimiento técnico – administrativo”, por lo que el certificado de radicación y de aptitud ambiental para funcionar se entregó este martes. El 31 de enero de 2002 la firma despidió a 180 trabajadores de la planta faenadora de pollos que ahora quiere rehabilitar y solicitó el concurso de acreedores en octubre de 2004. Ahora, presentó toda la documentación necesaria para reabrir sus puertas, informó Izaguirre. Este viernes, a las 11.00, se realizará el acto de reinauguración de la planta donde estará presente el gobernador Sergio Urribarri.

Este viernes, a las 11.00, se realizará el acto de reinauguración de la planta frigorífica (Pollos Óptimo) de la empresa Sagemüller SA de Crespo. En el acto, además de los directivos y empleados de la firma, estarán presentes el gobernador Sergio Urribarri, el intendente Juan Carlos Brambilla y otras autoridades e invitados especiales.

Respecto a la situación de la empresa, el secretario de Economía y Hacienda de la municipalidad de Crespo, aseveró que “han ido avanzando y llegaron a un acuerdo con sus acreedores”. A su vez, admitió que “existen versiones” en la localidad sobre una inyección de dinero de otra compañía que habría recibido Sagemüller pero aclaró que “al tener la sociedad sus papeles en regla, ese aspecto no interesa a las autoridades comunales”.


Según contactos informales que referentes de la firma mantuvieron con funcionarios municipales, en un primer momento emplearían entre 50 y 60 trabajadores con la intención de arribar a los dos centenares que tenían al momento del cierre hace casi una década.


El incremento del empleo y la recuperación de una empresa que había quebrado son algo “trascendental para la ciudad”, definió Izaguirre. Asimismo, puntualizó que la creación de servicios conexos para la planta puede ampliar en forma indirecta la generación de empleo y el consumo en la localidad.


Control ambiental


Por su parte, Raffo indicó a APF que la planta “ya tiene certificado de aptitud ambiental. Presentó el estudio de impacto y cumplió con el procedimiento técnico – administrativo”. El permiso provincial se entregó ayer, a través de la resolución 37/2010 del organismo.


“El procedimiento viene desde hace meses, al menos desde fines del año pasado cuando ingresó el trámite”, relató el funcionario provincial, quien remarcó que la exigencia del área es que el estudio de impacto “se haga público, que la gente acceda y pueda hacer observaciones y objeciones”, que no se realizaron. “No constan en el libro de actas que llegó a la Secretaría”, puntualizó. El informe ambiental de la compañía se exhibió durante una semana en la comuna.


Para la evaluación de la habilitación se evaluó que la planta del frigorífico está en medio de la ciudad y no en el parque industrial de la localidad, mencionó Raffo.


“El municipio autorizó la conexión de los efluentes líquidos a la red cloacal. Hay una indicación por ley que deben ingresar (los desechos industriales) a la cloaca con determinada calidad de efluentes. Supervisamos que la tecnología sea de la calidad adecuada y el municipio hizo las pruebas hidráulicas para ver si la red podía soportar y elevó la autorización final de uso de suelo y de conexión a las cloacas. Eso es competencia de la Municipalidad”, explicó el funcionario provincial.


En la habilitación que otorgó la secretaría de Obras Públicas del municipio, se indica que la planta “no podrá inyectar al sistema cloacal más de un millón de litros diarios de líquidos efluentes ni superar los 80 mil litros por hora en el volcado”. Además, los residuos sólidos deberán ser trasladados por un vehículo “especialmente acondicionado” hasta el relleno sanitario de la ciudad “para su disposición final”.


Sagüemuller SA cuenta ya “con certificado de radicación y de aptitud ambiental. Ahora tiene que obtener el de funcionamiento, que es cuando comienza la actividad y se van adecuando y controlando los parámetros que se dijeron que se iban a cumplir en el estudio de impacto ambiental que es previo”, acotó Raffo. “Para la Secretaría, está en condiciones de comenzar a trabajar”, resumió.