Entre Ríos ya convino sumarse al plan lanzado por el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y pondrá en práctica una experiencia de escuela secundaria “flexibilizada”, destinada fundamentalmente a los beneficiarios de la asignación universal por hijo, uno de cuyos requisitos establece como condición sine qua non sostener la regularidad escolar para continuar recibiendo el pago. La experiencia dará inicio en Seguí,donde se pondrá en marcha un bachillerato para adultos, que funcionará en horario nocturno, en el Centro de Desarrollo Infantil de esa ciudad, con apertura del año escolar en agosto, y finalización en julio del próximo año, según lo anunció ayer la titular del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar.
Será una escuela secundaria para adultos, que tienen una extensión menor a las escuelas diurnas, donde los jóvenes, menores de 18 años que no hayan concluido el nivel medio podrán inscribirse y completar los estudios. Aunque no está claro cómo se llevaría a la práctica la medida en caso de que el estudiante pretenda cursar en una escuela diurna, e incorporarse a un curso ya avanzado.
Aunque la idea había comenzado a gestarse mucho antes de que Sileoni lanzara la propuesta de las secundarias “flexibilizadas”: desde marzo último, el intendente de Seguí, Cristian Treppo, venía interiorizando a Bar sobre la necesidad de dar respuesta a personas que no habían podido concluir la enseñanza secundaria. De acuerdo con un censo que llevó a cabo la Municipalidad de Seguí, habría ya 30 interesados en cursar esa modalidad de enseñanza.
En función de un acuerdo al que llegaron los responsables de las carteras de Educación de todo el país, luego del receso de invierno se pondrá en práctica una experiencia novedosa: la posibilidad de que jóvenes menores de 18 años que hayan abandonado la escuela, puedan retomar sus estudios, a mitad del año escolar.
Lo resuelto por el Consejo Federal de Educación (CFE) supone la puesta en marcha de una modalidad “flexibilizada” de la inscripción en la escuela secundaria, que en vez de comenzar en marzo, lo harán en agosto, y en lugar de finalizar en diciembre, lo harán en julio del próximo año. Serán dos cuatrimestres, separados por el receso de verano. La idea se da en el marco de la obligatoriedad del secundario y tras el incremento de la matrícula, producto de la asignación universal por hijo.
“En agosto habrá una posibilidad para que los chicos se puedan reincorporar, pero no es que terminan en diciembre. En algunas provincias, se permitirá que las clases sean de agosto a julio. Quiere decir que empezarán a mitad de este año pero terminarán a mitad del año que viene. Esto rige para aquellos chicos que son menores de 18 años”, detalló Sileoni.
El responsable de la cartera educativa nacional sostuvo que se trata de medidas “que permiten abrir puertas y no apuntan al facilismo. Está dirigido a los chicos que hoy son medianamente adolescentes y trabajan, aquellas que son mamá y los que son papá”.
A nivel nacional, el Ministerio de Educación maneja cifras respecto al nivel de deserción en la escuela secundaria, y evalúa entre 400 y 600 mil la cantidad de adolescentes sin la secundaria inconclusa.
Aquí en Entre Ríos, dicen en Educación, la situación no es tan angustiante: la asignación universal por hijo aportó 12 mil alumnos más a la escuela secundaria, aunque están abiertos, dice Bar, a instrumentar mecanismos como los que anunció Sileoni ante demandas puntuales que aparezcan, pero sin generalizar experiencias.
“En la provincia se va a autorizar a abrir una escuela cuando haya un pedido. De todos modos, cada provincia tiene autonomía para ir organizando los plazos y las etapas. De todos modos, esto deberá tener un seguimiento, y ver si luego se justifica mantener una escuela abierta. Puede ser que este año empiecen, pero al segundo año haya mucho abandono”, señaló la funcionaria a El Diario.
“La intención del Ministerio –explicó Bar– es que todos aquellos beneficiarios de la asignación universal que quieran estudiar, se les dé cabida en la escuela para que puedan seguir cobrando. Ahora se nos planteó este bachillerato en Seguí, y se abre en agosto. Pero no tenemos otro pedido hasta ahora”.
De igual modo, al margen de los anuncios, los técnicos de Educación por ahora no quieren avanzar demasiado en definiciones por cuanto, dicen, “todo es muy reciente. Tenemos que ver qué marco legal y con qué contenidos pedagógicos vamos a trabajar. Nosotros, como autoridad, tenemos que garantizar el ciclo completo, y esto planteo otro ordenamiento, con inicio en agosto y finalización en julio”.
Liliana Dasso, directora de Educación Secundaria, fue cauta, y señaló que “hay que tratar de definir el tema. Lo que ya está resuelto es que las escuelas se irán creando a demanda de la propia comunidad, como ocurrió en el caso de Seguí”.
Dudas y advertencias
“No desconocemos la necesidad de que todos los chicos estén dentro de la escuela. Pero hay que garantizar condiciones mínimas para que los chicos estén en la escuela. Y eso no está sucediendo”, dice Susana Cogno, vocal gremial del Consejo de Educación.
“El ingreso de todos los chicos es una condición necesaria para la asignación por hijo. Pero no tenemos un proyecto serio. Nosotros calculamos que hay unos 30 mil chicos afuera del sistema educativo. Las autoridades aseguran que pretenden incorporar entre 15 y 20 mil. Pero el sistema no está en condiciones, porque no se han tomado las previsiones ni se han hecho las inversiones necesarias”, puntualiza.
Cogno sostiene que en 2006, cuando se sancionó la Ley Nacional de Educación, ya se sabía que la secundaria sería obligatoria en todo su trayecto, “por lo cual ya en ese momento los funcionarios debieron preocuparse. Esto que quieren hacer ahora es, por lo menos, complicado de llevar a la práctica. Es muy complicado incorporar chicos en agosto. La escuela está analizada y organizada por ciclos, por lo cual meter un chico a mitad de año es muy problemático”.
“Nosotros insistimos en que todos los chicos tienen que estar en la escuela –puntualiza–, eso es algo que compartimos. Pero necesitamos inversión. Pero además, sostenemos que es una idea poco feliz desde lo pedagógico incorporar alumnos en agosto”.
Fuente: El Diario