Una profunda indignación e impotencia invade a Viale FBC y al fútbol mismo de Paraná Campaña. El motivo surgió el domingo 8 de agosto en el clásico ante Arsenal donde se registraron graves hechos de violencia en las calles que rodean al estadio de barrio Arroyito. Pero el enfado de quienes defienden la “V” se vio incrementado cuando en el informe semanal de la Liga de Fútbol, no se hacía mención a ninguna sanción para el club que había causado los desmanes que incluyeron piedrazos, insultos y golpes de puño a jugadores, hinchas y dirigentes de Viale FBC. El propio presidente de esta entidad, Lisandro María, fue víctima de una paliza, emitiendo posteriormente una carta documento a Arsenal donde intima a esa entidad a abonar $ 30.000 en conceptos de daños y perjuicios ocasionados. En la misma María, expresa que luego del encuentro fue insultado y agredido a golpes de puños y patadas en forma injustificada y cobarde.
El dirigente no ha efectuado declaraciones periodísticas tras el episodio dejando el asunto en manos de los abogados. Asimismo los que están cercanos a su persona, indicaron que vive un momento muy difícil y apesadumbrado por lo vivido. De la misma manera hicieron notar su molestia con el organismo que rige el fútbol chacarero el cual no sancionó al “Verde” bajo la excusa de que los desmanes sucedieron fuera del estadio, siendo responsabilidad total de la policía y no del club.
Lejos quedaron aquellas fotos de los dos presidentes, Lisandro María y Javier López, junto a los responsables de la policía en la localidad. Desde hace tiempo las entidades mostraron banderas de guerra sobre sus edificios, parecía que los caminos tendían a cambiar en el 2010 pero todo quedó estancado y perdido, una relación que no se reestablecerá en pocos días. Arrojan duras acusaciones de ambas partes, las poses junto al comisario ante el reportero gráfico, sólo fue eso, una fría imagen. “Vamos a tener que esperar que maten a alguien para que se tomen medidas”, dijo un dirigente de la “V” inundado por la impotencia de lo resuelto por la LFPC. Ahora bien, en el supuesto caso de que exista razón judicial explicando que el hecho fue afuera de la cancha, ¿alcanza con quedarse de manos cruzadas?, ¿es suficiente por la paz en el fútbol hacer la vista gorda y decir “todo pasa”?, ¿es una medida ejemplar el decir “es problema de la policía”? Hay quienes dicen que hubo complicidad en la gente de Arsenal de darle salida libre a los hinchas para ir en busca de los rivales. Ante estos acontecimiento gravísimos, ¿nadie tiene la culpa?, ¿cuántos detenidos hay?, ¿cuántos puntos le restaron a Arsenal?, ¿por cuántas fechas le clausuraron la cancha?… son miles los interrogantes que buscarán respuesta por un largo tiempo… quizás eterno.
Mauricio Jacob-El Observador
Foto: la banda de la loma