Si el clima ayuda, la Argentina podría volver a batir sus récords de producción agrícola en la campaña agrícola 2010/11. De acuerdo con la primera estimación realizada por la consultora especializada Agritrend. Aunque se espera una recuperación de los cereales, más de la mitad de la producción sería otra vez de soja, con 52 millones de toneladas. A pesar de todas las advertencias sobre el riesgo de monocultivo, el “yuyo” sigue gozando de buena salud.

 Gustavo López, titular de Agritrend, calculó para el nuevo ciclo agrícola que la superficie dedicada a los cereales crecerá un 19% respecto del año anterior, mientras que el área ocupada por las oleaginosas lo hará apenas 1%.


En total se sembrarían (sin contar soja de segunda) 31,6 millones de hectáreas, contra 29,7 millones del año anterior. Es decir, el trigo y el maíz recuperarán algo de terreno en una agricultura dominada por la soja. Pero no lo suficiente como para revertir el notable proceso de “sojización”. El poroto se sembrará sobre 19 millones de hectáreas, el 60% del área total.


A pesar del crecimiento de la siembra, el trabajo de Agritrend estima que los rendimientos caerán en la mayoría de los cultivos respecto del año anterior, ya que el presente ciclo no será tan llovedor. Aún así, podría registrarse una mejora de 31% en los volúmenes cosechados de trigo (hasta 10,5 millones de toneladas), del 7% en maíz (hasta 24 millones), y del 30% en girasol (hasta 2,85 millones), mientras que la cosecha de soja retrocedería a 52 millones de toneladas, un 5%.


En total, la consultora privada espera una cosecha 2010/11 de 97,7 millones de toneladas, de las cuales 41,28 millones serían cereales y 56,32 millones serían oleaginosas.


La relación sería de 42% y 58%, respectivamente. Si se habla únicamente de soja, el cultivo aportará 52,3% del volumen total. La campaña pasaba, representó 58%.


La última vez que la producción de cereales superó a la de cultivos oleaginosos fue más de una década atrás, en la campaña 1997/98.


Coincide con el momento histórico en que se introdujo en el país la variedad de soja transgénica resistente al herbicida glifosato. Fue esa tecnología la que desencadenó un proceso de “sojización” creciente, que encontró su pico máximo en la última temporada agrícola y que se exacerbó desde 2006, cuando comienzan las intervenciones del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en los mercados de cereales.


En 2009 se sembraron apenas 2,75 millones de hectáreas de trigo, la menor superficie en 100 años. Este año, según la estimación de Agritrend, habrá una recuperación hasta 4 millones de hectáreas. Pero la cosecha de trigo sería de apenas 10,5 millones de toneladas. En 2007, Argentina llegó a obtener casi 17 millones.


En cuanto al maíz, la consultora espera que el área sembrada crezca de 3,2 a 3,6 millones de hectáreas. Y que la cosecha lo haga de 22,5 a 24 millones de toneladas.



Fuente: Clarín – Matías Longoni