La peregrinación más larga de Entre Ríos, que une a pie Hasenkamp con Paraná a lo largo de 90 kilómetros, ya está en su fase final para la edición 28ª, que tendrá lugar entre el 15 y el 16 de octubre próximos. En la edición 2009 participaron alrededor de 20 mil personas, la mayoría jóvenes: hay una organización perfecta que posibilita que los peregrinos salgan a las 5 de la tarde del viernes desde Hasenkamp, y cerca de las 7 de la tarde del sábado lleguen al Santuario de La Loma, en Paraná, caminando día y noche.
En medio, hay una “radio móvil” que acompaña con rezos y cantos, hay una columna compacta de antorchas que ilumina la noche, y hay sacerdotes y religiosos que alientan a los peregrinos, y hay servidores: un ejército de voluntarios que demarcan el camino, que asisten en cada una de las paradas, y que cuidan la seguridad a lo largo de los 90 kilómetros que se extiende la peregrinación.
La edición 2010 se hará bajo el lema “Con Jesús y como María, construyamos la familia como santuario de vida”, y que alude al año arquidiocesano de la familia que ha dispuesto la Iglesia local, y pretende, en palabras del arzobispo Mario Maulión, que “todo peregrino se encuentre personalmente con Jesús”.
“Queremos recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas: para ello son necesarias una educación y una legislación que trasmitan una profunda convicción moral sobre el valor de cada vida humana, la de cada persona en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Especialmente la vida de los excluidos e indefensos”, les dijo el arzobispo a los fieles católicos en una carta que se distribuyó en todas las parroquias de la diócesis, según publicó El Diario.
Según Maulión, es “preciso trabajar para que las familias sean el lugar afectivo en el que se generen los valores comunitarios más sólidos y se aprenda a amar y ser amado. Así también en la familia se aprenderá a vivir, desde pequeño, el compromiso social con la vida pública y el bien común”.
La postura de la Iglesia no es ajena a los tiempos actuales, particularmente la situación creada en la legislación luego de la reforma de la ley de matrimonio civil, con la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan ser contrayentes. “Necesitamos conocer mejor y promover más la realidad maravillosa del hombre, mujer y varón, del amor, de los hijos, de la familia, del vínculo maravilloso de la fecundidad y de la fidelidad ?pidió el arzobispo?Buscaremos consolidarnos en la solidez de la familia”.
Luego, en su tradicional carta pastoral a los peregrinos, señaló: “Los tiempos son difíciles: ya lo decía Jesús. Son muchas las maneras como se debilitan la moral y las sanas costumbres diluyendo los valores morales que han hecho y hacen consistente al hombre, a la familia, a la sociedad”.