Dos familias de Viale recibieron llamados telefónicos que pedían una suma de dinero a cambio de la liberación de una supuesta víctima. El primero se frustró rápidamente, puesto que la mujer por quien pidieron dinero a través de una llamada telefónica se encontraba junto a la familia. Sin embargo, el segundo intento de secuestro fue más elaborado, aunque también fracasó.
Una familia de Viale recibió un llamado de un supuesto comisario quien señaló que había ocurrido un accidente automovilístico en la ruta que une Paraná con Crespo, en la que estaban involucrados tres automóviles y una de las personas que conducía uno de los autos (que estaba herido) les había dado ese número para lograr una comunicación con sus familiares.
El “comisario” dijo que el accidentado estaba bien, que se quedaran tranquilos, y hasta le pasó el teléfono al accidentado para que hablara con sus familiares. Éste pronunció muy pocas palabras, en las que pedía ayuda, y luego les dijo a sus allegados “les paso nuevamente con el comisario “ .
El supuesto policía cambió repentinamente la actitud, le informó a su interlocutor que se trataba de un secuestro y que si no pagaban 2.000 pesos, los cuales debían ser llevados a la estación de servicio más cercana, le cortarían un dedo al supuesto secuestrado.
Todo se derrumbó para los delincuentes cuando otro integrante de la familia extorsionada se comunicó por otra vía con la supuesta víctima, quien estaba en su hogar en perfectas condiciones.
Lo llamativo en ambos casos es la información relacionada al círculo íntimo con que contaban los secuestradores virtuales, acción que demanda un importante trabajo de inteligencia. Fuente: Uno