Los docentes de la Escuela Secundaria Nº 46 “San José de Calasanz”, de María Grande Segunda, están desesperados. Es que en diciembre último les prometieron que durante el verano se terminarían las reparaciones necesarias en el establecimiento, ubicado en la zona rural de María Grande. Pero los días, las semanas y los meses pasaron y todo quedó como entonces. La obra no concluyó y el estado en que se encuentra la Escuela es tristísimo: baños sin inodoros, bolsas de cemento, herramientas dispersas por todos lados y conexiones cloacales no aptas para una entidad educativa.
Como si ello fuera poco, el agua que sale de las canillas tiene color amarronado y hasta un fuerte olor. “Con esa agua debemos cocinar”, reclamó un docente.
“Escuchamos muchas promesas oficiales, pero la solución nunca llegó. La obra no se terminó durante el receso y estamos desesperados ya que tenemos un solo baño funcionando para Primaria, Secundaria, docentes y alumnos”, señaló la mujer.
Cuando restan apenas unos días para comenzar el nuevo ciclo lectivo, la solución para esta Escuela rural brilla por su ausencia.
Fuente: Nueva Zona.