Si bien las novedades serían oficializadas en febrero próximo, luego del receso de enero en la Curia, trascendieron los nombres de los párrocos que ocuparan algunas parroquias en nuestro departamento. Uno de los nombres prácticamente confirmados es la designación como administrador de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, de Hernandarias, del padre Luis Ángel Rivetti, un redentorista a quien Maulión conoció en Rosario. En la parroquia San Jose de Hasenkamp el padre José María Zanuttini reemplazará a Carlos Roberto Gimeno quien dejará por un tiempo el ejercicio pastoral en virtud de un permiso especial que le otorgó el arzobispo Maulión. En María Luisa el nuevo parroco será Daniel Silguero y Rubén Schmidt, irá a la Parroquia de Villa Urquiza.
Parroquia de la Merced – Hernandarias
El nuevo párroco de Hernandariaa pertenece al grupo nominado, Los redentoristas, que se identifican con la sigla CSSR, las iniciales de Congregatio Santissimi Redemptoris, el nombre oficial en latín de la congregación fundada por San Alfonso, aprobada por el Papa Benedicto XIV en 1749.
Sus integrantes conforman la Congregación del Santísimo Redentor, pero son más conocidos como Redentoristas. Adonde ahora llegó un sacerdote redentorista, estaba hasta 2008 un religioso de otra congregación, Henry Wilson Echavarría, de la Cruzada del Espíritu Santo, del sacerdote Ignacio Peries, popularmente conocido por sus dotes como sanador.
Por una decisión de la asociación clerical que dirige el padre Ignacio, la Cruzada está abandonando ahora la diócesis de Paraná, luego de haber enviado a una serie de sacerdotes y seminaristas, que se distribuyeron en distintos puntos de la provincia. El de mayor trascendencia, por sus misas de sanación muy concurridas, es el padre Juan Diego Escobar Gaviria, que se mantiene todavía en la Parroquia San Lucas Evangelista, de la localidad de Lucas González.
Otros reordenamientos
Según un informe publicado por El diario, el reordenamiento de sacerdotes incluye la vuelta a la capital del presbítero Néstor Fabián Castro, que deja la cuasiparroquia de Aldea María Luisa, para quedar al frente de la Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, y quien hasta ahora ejercía como párroco allí, José María Zanuttini, se traslada a la Parroquia San José, de Hasenkamp.
En Hasenkamp, el hasta ahora párroco, Carlos Roberto Gimeno, dejará por un tiempo el ejercicio pastoral en virtud de un permiso especial que le otorgó el arzobispo Maulión. En forma extraoficial, indicaron que la decisión estaría motivada en razones de salud. Otro sacerdote que se alejó de sus funciones en la Iglesia es Julio Celis, quien cobró notoriedad pública cuando sufrió un severo accidente al caer de un montacargas cuando era vicario en la Parroquia San Miguel. Pero el caso de Celis es distinto al de Gimeno: su alejamiento de la Iglesia sería ya definitivo.
Pero si bien dos se van, otros dos vuelven, en este caso de Italia, concluyendo una ausencia que se extendió por unos cuantos años. Se trata de Daniel Silguero, que se hará cargo de la comunidad parroquial de Aldea María Luisa, y Rubén Schmidt, irá a la Parroquia de Villa Urquiza.
En tanto, el padre José Carlos Wendler se hará cargo de la Parroquia Nuestra Señora de Luján, y de allí se traslada a San Miguel el padre César Schmidt.
Otro cambio es el del padre Ricardo Abalde, a quien se le ha quitado toda función pastoral como párroco, y sólo cumple tareas como residente: estuvo en San Cayetano, luego en San José Obrero y ahora será trasladado por el arzobispo Maulión a Nuestra Señora de Pompeya, donde es párroco el padre Luis Anaya, un experto en Moral.
Otro cambio que podría ocurrir, todavía no confirmado, es el traslado del responsable de la Pastoral de la Familia, el padre Ramón Gauna, desde el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, a una parroquia. La versión dice que podría ir a San Benito Abad, en reemplazo de Blas Corbalán, cuyo destino estaría por confirmarse.
Por otra parte, y luego de un período de descanso durante las primeras semanas de este mes, el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, retomará sus actividades pastorales. Del 26 al 29 se abocará a distintas actividades internas en la Curia, coordinando y planificando las actividades del año y atendiendo audiencias solicitadas.
El miércoles mantendrá una reunión con el Equipo Diocesano de Pastoral de Juventud y también hará lo propio con un grupo misionero en la Casa de Encuentro Virgen Peregrina.
En tanto, del 2 al 6 de febrero, el obispo de Gualeguaychú participará de una reunión en el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celma) en Bogotá, Colombia, donde el organismo tiene su sede.
En la misma participará el grupo de asesores y el equipo de trabajo del departamento Justicia y Solidaridad, en el cual es responsable de la sección Pastoral Social.