El precio, los alquileres y los insumos, pero sobre todo la falta de humedad, configuran un muy mal diagnóstico para el cereal. Difícilmente el país pueda recuperar las toneladas que se perdieron en la última campaña. El gobierno tiene la posibilidad de implementar políticas que aseguren una mayor producción de cultivos claves como trigo y maíz.

En trigo con la sequía predominante en gran parte país, que atenta contra este y otros cultivos, los alquileres elevados y la baja rentabilidad hacen imposible el cultivo y en muchas zonas los márgenes son negativos.


Pensar en recuperar la millones de toneladas que se perdieron la campaña anterior (o llegar a los niveles de la última campaña) parece una utopía cuando no se dan las condiciones climáticas, de costos y políticas para llegar a esa meta con un mercado intervenido, de poca credibilidad y manoseado como el del trigo.


Por el lado de los productores sobran ganas de sembrar pero faltan: agua, financiación, insumos y políticas claras (precio del cereal).


Los problemas que acechan


Humedad en el perfil: en gran parte del país las necesidades hídricas para sembrar este cultivo oscilan como mínimo en 150 mm de agua útil en el perfil. Esto no lo puede cambiar el productor. Lo que sí puede hacer si no está disponible la humedad adecuada es no sembrar.


Algunos alquileres no se definen aún por la magra cosecha de granos gruesos. Definir esta situación llevará un tiempo de negociación en un mercado donde los dueños de los campo no quieren bajar los montos de alquiler y el productor no va a poder pagar lo que pretenden. Los productores quieren volver a un sistema de porcentajes y salir de los quintales fijos (que ellos mismos llevaron) debido a la falta de capital y financiación para afrontar la siguiente campaña. Muchos propietarios no aceptan que el contexto cambió y que las condiciones no son las mismas de antes.


Por el lado de los insumos los, fertilizantes muestran una relación muy alta con respecto al precio del grano, lo que haría inviable su uso en la cantidad adecuada (hay mucho fertilizantes comprado a valores elevados, el mismo esta estoqueado y no lo quieren “largar” a menor precio).


El precio del trigo no es tentador en la zona por más que el resto de las variables (humedad, insumos) sean positivas. Al valor actual los márgenes en muchos casos son negativos. El anuncio de la Presidenta de llevar el precio internacional con el FAS nunca se concreto y nadie paga los $ 550 anunciados.


Otras malas


Si se solucionan todos estos inconvenientes deberíamos enfrentarnos a otro que es el cambio de variedades a ciclos mas cortos ( a medida que nos atrasamos en la época de siembra debemos implantar variedades precoces), con el problema de conseguir en cantidad y calidad semilla que reúnan ese requisito.


Para la campaña que se inicia, todo indica que la producción caería aun más por el recorte del área sembrada debido a la sequía (en primer lugar), los alquileres altos o no definidos, el precio (márgenes flacos o negativos) y el menor uso de tecnología y fertilizantes.


Fuente: Ing. Agr. Norberto Lavatiatta