Mientras aguarda definiciones sobre su futuro futbolístico, el crespense Sebastián Prediger, analizó con el periodismo de su localidad las perspectivas de su futuro y reconoció que hay varias posibilidades. “En lo personal me gustaría pasar por un club grande de acá, como Boca; pero lo más probable es afuera por la diferencia económica y porque son equipos muy importantes”, señaló. Su relación con el actual entrenador de Boca se remonta a la época en que Alfio Basile fue su entrenador en Colon y con 16 años los llevó a la primera división.
“No sólo quiero vivir económicamente del fútbol, también tengo metas a cumplir. Siempre le digo a mi hermano Ezequiel que mi sueño es dejar una marca, porque es lindo ganarse el cariño de la gente, como ocurrió en Colón. Y eso no es fácil, porque en los clubes del interior se pasan más momentos complicados que felices”-
Leonardo: Fuerte y audaz como un león. Luchador, responsable y afectuoso con sus seres queridos. Tiene gran iniciativa para llevar a cabo sus proyectos. Sebastián: Sociable, franco y optimista. Sabe escuchar a los demás y es muy leal a sus amistades, a las que da mucha importancia.
Estas definiciones parecen bien personificadas en Leonardo Sebastián Prediger, el crespense que durante el primer semestre de este año conquistó el corazón de los simpatizantes de Colón de Santa Fe y también tuvo el placer de colocarse la camiseta de la Selección Argentina.
Su futuro apunta a un club grande de nuestro país (Boca), aunque también lo miran y tientan desde Europa (Ajax de Holanda, Benfica de Portugal y Tenerife de España). “Hay varias posibilidades. En lo personal me gustaría pasar por un club grande de acá, como Boca; pero lo más probable es afuera por la diferencia económica y porque son equipos muy importantes”.
En este contexto, es casi un hecho que el sábado pasado jugó su último partido en Colón, donde se afianzó esta temporada. El ‘Sabalero’ realizó una gran campaña que le permitió terminar cuarto en el Torneo Clausura 2009 de la Asociación del Fútbol Argentino. “Gracias a Dios tuve la posibilidad de jugar, de afianzarme como titular, de que el técnico confíe en mi. Creo haber aprovechado la oportunidad”.
A los 15 años se fue a Santa Fe a buscar su lugar en el fútbol profesional. “Cuando uno se va cree que ya está, que ya llegó. Pero todo cambia, hay que acostumbrarse a entrenar todos los días, a estudiar y sólo se puede faltar en caso de tener un compromiso importante con el club. Va todo acorde al fútbol, eso te lleva a entender que tendrás la posibilidad de vivir de este deporte. Aunque también aparecen obstáculos en el camino y parece que no vas a llegar. Tuve más de mil compañeros en las inferiores, algunos con grandes condiciones, y muchos no llegaron. Entonces me preguntaba por qué no estaban. Y creo que todo va de la mano, no alcanza con tener condiciones técnicas, también se deben reunir otras cosas: responsabilidad, ganas de estar y hacer bien las cosas. Siempre traté de proyectarme, de aprender cosas nuevas, de perderme algo por depender del fútbol. Hoy me doy cuenta que eso me sirvió, entendí el mensaje”.
Prediger fue ascendido a Primera, cuando tenía 16 años, por el entrenador Alfio Basile. “Siempre voy a estar agradecido a esa posibilidad porque me ayudó a crecer y también a mantenerme. ¿A qué me refiero con eso? Todos los años, para poder seguir en un club profesional uno debe destacarse en su categoría, porque sino a fin de año se genera una duda para la institución y para el próximo técnico”.
Nota: Jose Luis Dalinger –Paralelo 32
Foto: Telam.