Un especialista indicó que, de llegar a una disminución de reproductores del 6% la especie podría extinguirse en poco tiempo. Norberto Oldani sostuvo que ni aún “restando la presión de pesca se soluciona el sistema”. Por su parte, un pescador artesanal paranaense sostuvo que son muchas las especies que están en peligro y aseguró: “Estamos mirando al río Paraná como si fuese una gran plataforma continental marítima. Otorgamos cupos para la exportación y no estamos cuidando el alimento que nos corresponde a nosotros y a las futuras generaciones; estamos condicionando el futuro económico de la provincia”, dijo Luis Romero.
Norberto Oldani, biólogo e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) especificó, en diálogo con LT10, que la situación del surubí es aún peor que la del sábalo porque están depredando a los productores. Indicó además que “hay que estar atentos al cupo de pesca que se determina, ya que el año pasado fue mayor a la capacidad del río”.
Sobreexplotación del recurso. Consultado sobre cómo está el recurso en la actualidad, Oldani consideró: “Está cada vez peor. En vez de tener más sábalos, tenemos menos y hay más especies en mal estado de conservación. Ahora se firmó un decreto que estaba preparado para fines del año pasado y por burocracia se demoró, que contiene para paliar la situación, ya que se estuvo exportando sábalos y el resto de las especies sin ningún tipo de control. Por lo tanto, tener un cupo de exportación limita la cantidad de peces que se van a sacar del río”.
De todos modos el investigador señaló que “si el cupo es 10.000 toneladas y en el río hay 9.000, no pondríamos ningún tipo de control. El año pasado se autorizaron 14.000 toneladas y se exportaron 10.000. Esto quiere decir que se autorizaron más toneladas de las que el río podía proveer. Yo entiendo que este año no será así. Hay que estar atento a lo que se hace”.
UNO consultó respecto del tema al paranaense Luis Romero, pescador de oficio e integrante de un emprendimiento de turismo comunitario denominado Baqueanos del Río.
“La pesca industrial no es selectiva, entonces si bien intentan capturar ejemplares de sábalo; en las redes caen otras presas como surubíes y dorados”, comentó el pescador artesanal y añadió que la forma en que pescan las industrias es abusiva. “Si no se regula esta cuestión, en pocos años se producirá un colapso de toda la pesquería”, lamentó.
La pesca tiñe toda la vida económica, cultural y artística de los entrerrianos, con especies emblemáticas como el surubí, el dorado y el sábalo, considerado el “forraje” fluvial, porque el resto de la cadena trófica depende de sus huevas y alevinos para la alimentación.
En este contexto “el surubí depende del sábalo. Si éste desaparece otras especies serán las que ocupen su lugar”, inquirió Romero.
Los pescadores advierten cada vez menos ejemplares juveniles y menos larvas en la época de primavera – verano en el río Paraná, lo que refleja claramente que la cantidad de las especies está cayendo.
Y en el caso del surubí, al igual que el dorado la situación es peor, porque son peces de valor comercial y deportivo.
“Debe haber 1.000 kilómetros de redes surcando el Paraná, en algunas lanchas llevan hasta 500 metros por pescador, entonces están colando el río”, relató el consultado.
Pesquería artesanal. A través de la pesquería artesanal se mantuvo por cientos de años una explotación del recurso sostenible. “En sus inicios la pesquería industrial llegó con redes de medidas importantes y se llevó los peces de mayor tamaño, luego fueron achicando las redes y atrapan todo, hasta las nutrias y boas curiyú”, dijo el pescador.
Recalcó que este fenómeno se ve favorecido “por la ausencia de una ley de Pesca actualizada en la Provincia. Tenemos una normativa que data de más de 35 años, y es caldo de cultivo para que las empresas que han depredado nuestro mar argentino hayan llegado aquí y encuentren terreno propicio donde puedan realizar su explotación del recurso”. Así “estamos desarmados de herramientas legales para evitar la depredación”, dijo
Romero consideró que cada gestión de gobierno que pasó, dejó un recurso ictícola mucho más agotado y mientras tanto “Provincia y Nación deslindan responsabilidades”.
Sólo el sábalo
Romero destacó que muchos estudios científicos orientan sus investigaciones al sábalo, “como si fuese una especie única. Las otras especies de alto valor comercial también corren riesgos. El río cambió muchísimo y lo seguirá haciendo porque no hay voluntad política por parte de los gobiernos para proteger el recurso pesquero”.
Al respecto comentó que se presentaron en los últimos años cuatro proyectos de ley y todos fueron vetados por distintas causas, en consideración de Romero, mínimas y “terminaron cajoneados”.
En la actualidad Santa Fe cuenta con 14 industrias pesqueras, Entre Ríos tiene cuatro y Buenos Aires dos. “Éstas empresas aportan a un deterioro de la región sin que haya resolución política para que tenga fin”.
El baqueano sostuvo que “la actual depredación de sábalo y el resto de los peces en toda la región del Paraná Medio produce consecuencias ambientales, sociales, y económicas gravísimas. Como vamos, no va a haber futuro para la gente que vive del río”.
La realidad es que Entre Ríos, principal provincia pesquera de aguas dulces en el país, está hoy en una etapa de riesgo importante, debido a la extracción desmedida de peces en el río Paraná, con escasa estructura de fiscalización desde el Estado denunciada por los pescadores.
Al ritmo que va, en pocos años podría agotarse el recurso ictícola aprovechado con fines comerciales y deportivos.
Cupo de pesca
“La Nación había otorgado la habilitación a las empresas para que puedan exportar respetando el cupo. Pero, ¿qué cupo?, si todavía no se han otorgado los cupos a las industrias. Si no hubo cupo es muy probable que las empresas comiencen a explotar los recursos y cuando se quiera intervenir, la Nación recibirá juicios de los frigoríficos que han sido perjudicados económicamente”, dijo, y agregó: “Estamos mirando al río Paraná como si fuese una gran plataforma continental marítima, donde otorgamos cupos para la exportación y no estamos cuidando el alimento que nos corresponde a nosotros y a las futuras generaciones, estamos condicionando el futuro económico de la provincia”.
Datos
En la provincia de Entre Ríos funcionan cuatro industrias dedicadas a la pesca. En Santa Fe suman 14 y en Buenos Aires sólo dos.
Pescadores insisten en que los gobiernos de la Nación y de las provincias involucradas se desentienden del conflicto ambiental desatado por la pesca indiscriminada. (Uno)