Por Mauricio Jacob(*). El pasado domingo a la madrugada perdió la vida trágicamente Walter Jacob. Jugó siempre en Unión Agrarios Cerrito disputando los torneos de la Liga de Fútbol de Paraná Campaña, dejó la actividad muy pronto por una lesión en una de sus piernas. Paró la pelota pero siempre siguió ligado al deporte, enseñando la disciplina que siempre amó a los más pequeños, difundió las actividades deportivas desde el municipio y trasladó la información a través de las radios locales. Fue comentarista, locutor, conductor, animador, pero sobre todas las cosas, una gran persona. Por eso toda la ciudad de Cerrito le brindó el adiós final el lunes cerca del mediodía, acompañando a sus familiares y amigos en el dolor y a su vez en el orgullo de haber conocido a un digno ser humano.

Volante ofensivo de gran técnica que pudo festejar un título liguista con el “Verde” de sus sentimientos, hizo el último enganche de su vida y corrió de manera imparable hacia el cielo para gritar su gol a los seres celestiales que lo aguardaban. Inesperadamente, inexplicablemente, impensadamente, pidió el cambio antes de terminar el partido y dejó un abrazo de triunfo imaginario para todos los seres que compartieron sus experiencias.


Para esa hinchada que lo alentó en el campo, para esa gente que lo alentó en los senderos de sus proyectos personales, para sus colegas que tuvieron su grata compañía en los micrófonos, para todos elevó sus brazos y aplaudió para dar las gracias por los tributos. Las mismas gracias que le devolvieron los simpatizantes, los amigos, los periodistas, todos, orgullosos de haber conocido a ese número 10 que abandonó este mundo para dar la vuelta olímpica en el altar más elevado del cielo, llevado en andas por los ángeles que lo cobijarán para la posteridad. Entregó todo en cada pelota, dio su sudor por no bajar los brazos ante la adversidad, eludió a los defensores más duros en el fútbol como en la vida misma. Sus recuerdos quedarán por siempre y su imagen perdurará para la eternidad, por los siglos de los siglos.


p/d: Cuando me preguntan sobre las características que tiene esta profesión (periodismo), siempre trato de responder con aquellas respuestas que guardan los contenidos gratificantes. Pero a veces, injustamente, uno debe dar a conocer estas cosas: con un nudo en la garganta, con las lágrimas nublando la vista, con el desconsuelo a flor de piel y la soledad como única testigo…No debería ser así pero andá a tratar de convencer al destino maldito que nos espera agazapado, no se puede, nunca se podrá. Las líneas fueron para darle un pequeño homenaje al “Ruso” y para acompañar a aquellos que lo quieren con el alma y lo extrañarán con el corazón. A familiares, amigos y compañeros de trabajo, un abrazo de consuelo… no queda más que decir sólo que en lo personal, lamento no haber podido estar presente en el último adiós.
(*)Mauricio Jacob.  Peridista Diario el Observador – Programa deportivo f.m.radiofonica 92.9 – Maria Grande – Relator de Futbol.