En las principales provincias sojeras los productores enfrentan complicaciones para implantar sus cultivos en fecha. La humedad insuficiente para la siembra está afectando principalmente el norte y centro de Córdoba, el sur de Santa Fe, La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires. El exceso de lluvias afecta al norte de Buenos Aires y Entre Ríos. En nuestra provincia hubo muchos potreros anegados y ocurrió un tornado con granizo y vientos con eje en Victoria, que afectó a 30.000 hectáreas y que obligará a resiembras del 100% de los potreros de soja. En muchos lotes del resto de la provincia no se ha podido entrar a los potreros para las labores de pulverización y siembra.

Córdoba


En el norte de Córdoba, prácticamente no se ha podido iniciar la siembra de soja de primera, excepto en lotes con riego (5% de la superficie) por falta de lluvias durante otoño, invierno y primavera. “Nadie se anima a arriesgar lo que cuesta una camioneta cero kilometro para sembrar 100 hectáreas si no se cuenta con un metro de humedad en el suelo”, señala Sergio Conterjnic, coordinador de los CREA de esa zona.


“Si ocurren lluvias próximamente, habrá que sembrar muy rápido todos los grupos de soja y el maíz que faltan, y aceptar pérdidas de rendimiento por el atraso de la fecha de implantación”, agrega.


En el centro de la provincia, el avance de las siembras también es muy lento. Hay muchos productores con la semilla y los agroquímicos todavía en el galpón, y tienen tiempo hasta el 10-12 de diciembre para utilizarlos, eligiendo los mejores lotes. Estas siembras tardías con variedades de grupo IV pueden enfrentar mayores riesgos de heladas tempranas.


La situación mejora un poco hacia el sur de Córdoba, donde en algunas localidades se produjeron lluvias importantes de 80-90 milímetros durante septiembre, que recargaron el perfil en profundidad. Sin embargo, luego disminuyeron significativamente y no pudieron mantener la humedad superficial para la siembra. Ese factor atrasó la implantación hasta la ocurrencia de nuevas lluvias en noviembre, que enfrenta la dificultad adicional de realizarse con semilla de regular calidad.


Las siembras que se han podido concretar requieren lluvias importantes en las próximas semanas, debido a la gran demanda hídrica por evapotranspiración en épocas de altas temperaturas. Los productores ya calculan las pérdidas de rendimiento que sufrirán por sembrar después de la fecha óptima: 25 kilos por hectárea por cada día de demora.


Santa Fe


En el norte de Santa Fe, también se atrasó la implantación de la soja por la sequía invierno-primaveral sufrida hasta principios de noviembre, tras lo cual hubo una seguidilla de días de lluvia que impidieron entrar a los potreros. Ambos fenómenos determinan que se haya sembrado sólo el 20% del área proyectada hasta fines de noviembre.


En el centro de la provincia las condiciones climáticas fueron algo más favorables y se ha podido sembrar el 70% de lo proyectado. En Rufino, en el sur de Santa Fe, se ha llegado al 60% y los cultivos emergidos están siendo atacados por la chinche de los cuernos.


Buenos Aires


En el oeste de Buenos Aires –General Villegas, América, Trenque Lauquen- también hubo un atraso inicial importante en las siembras por falta de humedad, que se está recuperando por lluvias recientes. Los productores se inclinan a variedades de ciclo largo, de mejor comportamiento en siembras tardías, aunque ya nadie piensa que podrán alcanzar rendimientos superiores a 40 qq/ha por el atraso en la siembra.


En el sudoeste de la provincia la situación sigue siendo dramática. Prácticamente el 100% de la soja está sin sembrar en Coronel Pringles, Coronel Suárez, La Madrid, Puan, Huanguelén y Olavarría. En Pringles, por ejemplo, la lluvia caída en lo que va del año suma 330 milímetros, un registro muy cercano al de la sequía de 1962, cuando se llegó 380 milímetros en todo el año.


En el norte de la provincia se han verificado encharcamientos y “planchados” de suelos por lluvias copiosas en poco tiempo y también se deben combatir ataques de orugas cortadoras.


Entre Ríos


En esta provincia hubo muchos potreros anegados y ocurrió un tornado con granizo y vientos con eje en Victoria, que afectó a 30.000 hectáreas y que obligará a resiembras del 100% de los potreros de soja.


En muchos lotes del resto de la provincia no se ha podido entrar a los potreros para las labores de pulverización y siembra.


La Pampa


En la mayor parte de las zonas agrícolas de la provincia la siembra de soja está muy atrasada. “Tuvimos las últimas precipitaciones otoñales en marzo y luego no llovió hasta septiembre, cuando cayeron 40-60 milímetros. En octubre llovieron 20-30 y recién la última semana volvieron precipitaciones de mayor caudal”, rememora Rafael Hammar, asesor del CREA General Pico-Quemú.


Quienes habían planificado sembrar soja con un barbecho largo han conseguido su propósito en algunos campos. En cambio, quienes deben sembrar luego de secar una pastura o con barbechos cortos, que constituyen más del 90% de los productores, carecen de la humedad necesaria.


“El perfil está seco en profundidad y en superficie y es necesario que se recargue para intentar una siembra con posibilidades de éxito”, agrega.


Hammar calcula que más del 90% de las sojas de La Pampa se sembrarán fuera de fecha por ese motivo, en diciembre, porque los productores privilegian el perfil recargado en la implantación versus sembrar en época óptima con poca reserva de humedad.


Todas estas adversidades que sufren los cultivos de soja tendrán impacto negativo en el área sembrada y en la producción final por obtener. La magnitud de las pérdidas dependerá de varios factores, principalmente del marco climático que tengan los cultivos en la estación estival, un factor que tiene una incidencia clave en 2009.


Escenarios posibles


Si se considera específicamente el área que se estimó inicialmente para la siembra de soja -19 millones de hectáreas- se aprecia que aproximadamente el 40% sufre sequía actualmente. Esta situación se da en 3,5 millones de hectáreas con sequía absoluta (18% del total) y 4 millones con sequía extrema (21%).


Si bien todavía es temprano para hacer estimaciones de cosecha, los técnicos de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA evaluaron tres escenarios que consideran la producción esperada con distintas áreas sembradas: 19, 18,5 y 18 millones de hectáreas (cuadro 1).


Con rindes normales, provenientes de una normalización de las lluvias en diciembre y adecuadas condiciones de cultivo, la producción estimada con 19 millones de hectáreas podría llegar a 47,5 millones de toneladas; con 18,5 millones caería a 46,2 y con 18, a 45 millones.


Si prevalecen los dos últimos escenarios planteados en el cuadro, la producción esperada no alcanzará para abastecer la demanda de la molienda, de la exportación y del uso para semilla (50,3 millones de toneladas).


En un cuarto escenario más desfavorable –donde se siembren 18 millones de hectáreas y el rinde cayera a 2,40 toneladas por hectárea por continuidad de clima desfavorable- la producción final sería de 43,2 millones de toneladas.


De concretarse alguna de las tres últimas situaciones, resultará afectada toda la cadena sojera y el Estado, por menor recaudación de gravámenes a la exportación.


Fuente: Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA sobre la base de datos del SMN y la Bolsa de Cereales