El Obispo auxiliar de Paraná, monseñor César Daniel Fernández, visitó el domingo la localidad de Cerrito donde presidió la ceremonia religiosa y posteriormente formuló declaraciones haciendo hincapié en la importancia de la educación que pueden recibir los jóvenes desde sus familias. Esa es la gran preocupación para la Iglesia y la sociedad Argentina, expresó, a la vez que advirtió “cuando la familia se desmorona, los jóvenes y los niños quedan expuestos a lo que sobrevenga”.

El prelado señaló “La familia es quien da la educación con los valores, el cuidado, la contención, el amor, el acompañamiento y la fe. Cuando la familia se desmorona, los jóvenes y los niños quedan expuestos a lo que sobrevenga. Muchas veces pagan los platos rotos de disolución del matrimonio y la familia”
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Fernández aseguró que este es el problema que uno percibe, “si los jóvenes tienen dificultades y están lejos de Dios pueden caer en cualquier vicio porque detrás  no hay quien los mire”.


Seguidamente expresó sentirse dolido al ver en la madrugada a los adolescentes presa del alcohol, abandonados en la calle y tirados. Yo siempre me pregunto ¿donde esta el padre o la madre?. ¿Pueden estar descansando sabiendo que sus hijos están a merced de esto?. Esa es la gran preocupación para la Iglesia y la sociedad Argentina, que es un conglomerado de familias que se ayudan y se apoyan mutuamente para el bien común”.


Finalmente dijo que en las reuniones de Obispos el tema de los jóvenes y la familia es permanente “ya el Papa Juan Pablo II insistía y ahora lo hace Benedicto segundo, el tema de los valores, la educación y la fe se reciben primordialmente en la familia, aunque Dios pueda darlo por otro lado a chicos que se criaron huérfanos o sin padres. El modo común es que uno aprenda a  ser hombre o mujer, honesto y cristiano de papa y mama”, afirmó Monseñor Fernandez.  


Nota. Graciela Silvestre