La participación en este tipo de torneos, como el Argentino “C” que tiene como protagonista a Atlético María Grande suele ser una verdadera incursión en lo desconocido. Generalmente se suele conocer poco del rival; de sus jugadores, de cómo se para en la cancha, del lugar donde juega de local, etc. Por lo tanto, suele ser un factor importante poder superar esta “primera impresión”, saliendo airosa de ella.
Por lo que el resultado obtenido en tierras gualeyas parece importante, más allá que la evaluación final de que sí el resultado sirvió o no, se deba realizar finalizada esta etapa.
A menos de dos minutos de comenzado el encuentro, Juventud y Ferrocarril tuvo una muy buena chance de gol. Desborde por derecha, centro atrás y el delantero Laureano González apareció solo para definir, tan solo que se sorprendió y sacó un débil remate que contuvo sin dificultades Lucas Rodríguez.
Fue un llamado de atención para el rojo de nuestra ciudad y una distracción defensiva que podría haber costado muy caro. Pero Atlético María Grande comenzó a afirmarse; con cuatro defensores en el fondo y casi sin trepadas ofensivas. Volante central clásico con Paolo Ciarroca, Fritzler a su derecha y Varisco a su izquierda. Bellardinelli de “organizador”, con Eckert y Todoro adelante. Claro que lo de afirmarse fue cerca de su área, por que el medio terreno generalmente lo ocupaba mejor el equipo local, a partir de un medio campo dinámico y como mucho espíritu de lucha, donde se destacó fundamentalmente el buen volante central Darío Pérez.
Por Ruben Daffar –Maria Grande Al Dia.