El conflicto entre el Gobierno y el campo, que lleva más de dos meses, frenó el ritmo de actividad en los negocios directamente vinculados con el agro como la venta de maquinaria agrícola y la comercialización y el transporte de cereales y hacienda. Pero también profundizó el deterioro de las expectativas de la población, hizo caer la recaudación impositiva y las exportaciones, y afectó el valor del dólar, las reservas internacionales, la tasa de interés de corto plazo y el sector inmobiliario. En cuanto al consumo masivo, si bien aún no existen señales de caída en las ventas de alimentos básicos y de electrodomésticos, quienes se dedican al negocio de la indumentaria sí acusan un impacto negativo.

Algunos de estos efectos pronto se revertirían si hubiera acuerdo entre las partes y se levantara la medida de fuerza. En otras cuestiones, como el mal clima de negocios, la desconfianza en la capacidad de pago de la deuda del país o la pérdida de reputación de la Argentina como proveedor confiable para el resto del mundo, el daño podría ser más duradero. Con todo, hay algunos rubros que se mantienen a flote, como la venta de pick-ups (vehículo típicamente rural) y la lechería.


En el sector de la maquinaria agrícola, donde se preveía un crecimiento para los primeros meses de este año de un 15% interanual, se registró, por el contrario, una brusca caída de aproximadamente el 50%, que equivale a una pérdida del orden de los $ 70 millones. “A esto hay que agregarle la caída de casi la totalidad de los negocios pactados en Expoagro, que alcanzaban 130 millones de pesos”, según dijo a LA NACION el director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), Manuel Dorrego. “Si para fines de mes este tema no se resuelve, las fábricas van a tener que empezar a suspender o despedir personal”, estimó el ejecutivo.


En la Bolsa de Comercio de Rosario, el principal recinto negociador de soja, por cada día de protesta se dejaron de comercializar 100.000 toneladas de esa oleaginosa y 40.000 toneladas de maíz, señaló Lorena D Angelo, de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la entidad bursátil.


En la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca ocurrió los mismo con el trigo, el principal producto comercializado allí. “Para la misma semana del año pasado se habían embarcado 60.000 toneladas del cereal, mientras que en estos días no se negoció nada”, comentó Beatriz Allan, de la Dirección de Estudios Económicos de la entidad.


También hubo un impacto en el mercado de futuros. Ricardo Baccarín, vicepresidente de la corredora Panagrícola SA, explicó que en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) “se dejó de negociar entre 25 y 35 millones de dólares diarios”.


Por su parte, Rubén Agugliaro, presidente de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), dijo: “En este conflicto el único que perdió fue el transporte. Por eso espero que haya pronto diálogo para encontrar la solución”. El 60% del transporte de cargas corresponde a cereales. “Tenemos los 160.000 camiones pertenecientes a la Confederación parados desde que se inició el paro”, afirmó el dirigente. “Por cada día sin trabajar se pierden entre 8000 y 10.000 pesos por camión, y ese dinero no se puede recuperar jamás”, se lamentó Agugliaro. Según estas cifras, el transporte pierde $ 1600 millones diarios.


En los puertos, si bien no está llegando ningún camión cerealero desde el viernes 9 de este mes, las terminales están abastecidas y no se registró, como en la primera fase del paro, en marzo, la espera de buques que tienen que pagar hasta 70 dólares por cada día que están en la rada. En aquel entonces, los problemas comenzaron a los 15 días. No falta mucho para ese plazo.


“La mayor preocupación de los exportadores de granos, harinas, aceites y subproductos es cómo ven al país los países compradores. Estamos perdiendo confiabilidad como proveedores y nuestros clientes están buscando granos de otros orígenes como Brasil o los Estados Unidos”, dijeron fuentes de la exportación de granos.


En otros sectores muy sensibles a la actividad, hasta el momento no se reportaron pérdidas. Es el caso de la comercialización de camionetas o de la lechería.


Bernardo García, gerente de Comunicación de General Motors, señaló que la venta de camionetas S10 viene con tendencia ascendente. “En marzo se vendieron 622 unidades, en abril 902 y en lo que va de mayo, 360. Todo indica que superará el mes precedente”, dijo. Una fuente de Toyota Argentina informó que entre enero y abril las ventas de pickups Hilux aumentaron un 12% respecto del mismo período de 2007. Una fuente de Ford precisó: “En nuestro caso, todo lo producido fue despachado. Las ventas de los concesionarios han sido normales”.


Fuentes de la industria lechera, en tanto, explicaron que, en la primera etapa, el paro se levantó justo. “Estábamos llegando a un momento bisagra, en el que empezábamos a tener problemas cuando algunos productores tuvieron que tirar la leche porque no se podía sacar de los tambos”, recordaron.


“En lo que va de esta segunda parte de la protesta, por ahora no sentimos ningún impacto económico, a pesar de que se pueda registrar alguna demora en algún piquete”, concluyeron.


Menos faena


Distinto es el caso de la faena de hacienda. En este sector la caída de la actividad ya se observa con preocupación por la amenaza que representa para la mano de obra de la industria frigorífica. Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), sobre la base de datos de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), la faena de marzo último registró una baja del 43,8% respecto del mes anterior y de un 41,4% en la comparación interanual.


En abril, la faena se recuperó porque “el levantamiento de la medida de fuerza fue compensado parcialmente por la decisión del Gobierno de impedir la salida de los embarques de carne vacuna”, explicó Ciccra.


No obstante, las cifras de ese mes generaron polémica. Ciccra informó que se faenaron 817.174 cabezas de ganado vacuno, un 18,5% más que en el mes anterior, aunque un 25,9% menos que en el mismo mes del año pasado. Sin embargo, la Oncca dijo que ese dato era incorrecto y que se faenaron 1.329.990 animales, lo que implicaría un aumento del 20,5% interanual.


Los ingresos en el Mercado de Liniers fueron muy reducidos en marzo. Lo mismo ocurre ahora. Pero si se compara el primer cuatrimestre del año con el mismo período de 2007, la oferta creció un 3,65%. Lo que ocurrió fue que en abril se compensó la falta de ingresos de marzo. En las ferias del interior, la oferta cayó un 5%, según estimaciones de la Cámara Argentina de Consignatarios de Hacienda.


En cuanto a las exportaciones de carne, en marzo llegaron a 32.698 toneladas y reportaron 130,5 millones de dólares. Los envíos al exterior cayeron un 16,6% mensual y un 1,9% en la comparación interanual.


De todos modos, en el primer trimestre las exportaciones sumaron unas 115.950 toneladas, lo que representó un crecimiento del 23,1% interanual.


Informes de Roberto Seifert, Analía H. Testa, Martín Kanenguiser, Javier Blanco, Alfredo Sainz, Andrea Salgueiro y Francisco Olivera. LA NACION.