“Tuvimos una falla de motor en el decolaje y el avión no tuvo la fuerza suficiente”, relató el piloto Horacio Otero, vicepresidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, quien piloteaba la avioneta Cesna 182 que se accidentó cuando trasladaba a Alfredo De Angeli. Otero junto a dos productores de apellido Zanotti, padre e hijo, llegaron a Paraná en búsqueda del dirigente ruralista entrerriano, que participaría de la exposición Industrial y Ganadera de esa ciudad. “Levantamos una distancia de 10 metros del suelo. Fue una emergencia pero no ha sido de gravedad. No es tan tremendo como lo pintan”, indicó. Mientras tanto esta tarde Alfredo de Angeli, recibió el alta médica y abandonó la Clínica Modelo de Paraná. Los médicos aseguraron que el ruralista presenta una “evolución absolutamente favorable”, tras estrellarse ayer con un aeroplano. “Le agradezco a Dios, que me dio la posibilidad de seguir viviendo”, aseguró De Angeli al salir de la clínica en silla de ruedas. El dirigente agrario no quiso extenderse mucho y se retiró para iniciar un reposo de 10 días.

Según informaron hoy os medicos que asisten a De Angeli, el ruralista entrerriano sufrió lesiones en el cuello y en el rostro. El resto de los pasajeros de la avioneta están fuera de peligro pese a que la aeronave quedó completamente destruida.
Tanto su hermano Atilio como un ruralista entrerriano afirmaron que el dirigente de la Federación Agraria se encuentra “en perfecto estado”, a pesar de los golpes que sufrió.


Falla de motor


Uno de los afectados es Horacio Otero (vicepresidente segundo de la Sociedad Rural), quien conducía la avioneta  Cesna 182 que se desplomó poco después de iniciar vuelo.
Habría sufrido roturas en el motor, aunque todavía no hay datos oficiales sobre las razones que provocaron la caída.
“Tuvimos una falla de motor en el decolaje y el avión no tuvo la fuerza suficiente. Dio un tumbo y tuvimos que hacer un aterrizaje de emergencia”, afirmó Otero en diálogo con Telediario de Rio Cuarto.(Foto el hombre a la izquierda)
El dirigente sostuvo que cayeron de baja altura “en un potrero blando” y admitió que el avión se destruyó porque “no está preparado para eso”
“Levantamos una distancia de 10 metros del suelo. Fue una emergencia pero no ha sido de gravedad. No es tan tremendo como lo pintan”, indicó, a la vez que confirmó que la avioneta es de su propiedad.