El pasado martes al mediodía personal policial tomó conocimiento que en calle Gregorio Battisti casi Nogoya de Seguí, se estaba produciendo un hecho con características delictivas. Llegado el móvil policial en forma inmediata, se observa en el lugar a dos personas del sexo masculino que estaban lesionadas, en el piso y con sangre en sus rostros. Identificados los mismos se estableció que se trataba de Claudio Moran, de 43 años de edad, domiciliado en calle Bermúdez 1611 de Capital Federal y Hugo Cordonera de 55 años, oriundo de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires. Ambos se conducían en un vehiculo Pick-Up marca Toyota Hilux y fueron interceptados por dos personas provenientes de Concordia quienes, tiempo atrás, habían sido estafados por los mencionados por lo cual venían haciendo una investigación privada, hasta dar con su paradero y ajusticiarlos por mano propia.

Los concordienses Ricardo Daino de 59 años y su hijo  sorprendieron a estos supuestos estafadores y los golpearon  ferozmente.


En Segui estaban por realizar un transacción comercial, cuando fueron sorprendidos por  estas personas oriundas de Concordia, que ya hace un tiempo habían sido perjudicadas y que venían haciendo una investigación privadas para dar con el paradero de estos estafadores, que  según se estima en cifras millonaria la compra de herramientas agrícola y hacienda en la Provincia de Santa Fé, Córdoba y Entre Ríos.-
 
Los damnificados sufrieron lesiones de diversas consideración, como perdidas dentarias, fracturas de  nariz, hematomas varios y fractura costal, siendo trasladados en un primer momento al Hospital Lister de Segui, para luego ser derivados  al Hospital San Martín, donde se encuentran internados, con custodia hasta tanto presten  declaración.
La causa quedo radicada en el Juzgado de Turno Nº 5 a cargo del Dr.- Ricardo Bonazzola, caratulada inicialmente por la Policía como actuaciones prevencionales de oficio por el supuesto delito de lesiones.
 En el hecho esta trabajando personal especializado de la policía de investigaciones en delitos económicos.


Nota: Carlos H. Monzon 


 


Foto: Archivo