Según un estudio de la Sociedad Rural Argentina, una nueva mala noticia a los productores argentinos: los rendimientos promedio de tres de los cuatro principales granos que produce el país (trigo, maíz y girasol) no cubren los costos.La combinación de la caída de los precios internacionales y la permanencia de las retenciones traerá, según un estudio de la Sociedad Rural Argentina, una nueva mala noticia a los productores argentinos: los rendimientos promedio de tres de los cuatro principales granos que produce el país (trigo, maíz y girasol) no alcanzan para cubrir los costos de la producción. “En el caso de la soja, el cultivo principal, los costos se cubren, pero las ganancias son ínfimas”, dijo Ernesto Ambrosetti, jefe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural y autor del estudio.

Los cálculos de Ambrosetti, que arrojan pérdidas de 67 dólares por tonelada en el caso del trigo, de 27 dólares para el maíz y de 44 dólares para el girasol, fueron hechos sobre el caso de un productor con tierra propia. “Si a estos cálculos se les agrega el costo del arrendamiento de un campo, los números no dan ganancias ni siquiera eliminando las retenciones”, explicó el economista, para agregar que entre el 50 y el 60% de los productores trabaja en campos alquilados.


Además, de acuerdo con el informe, por la menor inversión en tecnología la próxima cosecha caerá a 85 millones de toneladas, 10 millones de toneladas menos que en la campaña 2007/2008. “Eso es equivalente a la cosecha que tuvimos en 2004/2005, y un nivel muy inferior a lo que proyectábamos a principios de año, que era sobrepasar los 100 millones de toneladas”, explicó el director ejecutivo de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Alfredo Rodes. “Las retenciones y la caída de los precios van a hacer que muchos lotes directamente queden sin producir”, sostuvo.


Según Ambrosetti, a consecuencia de las pérdidas económicas de los productores, “no se podrán cumplir los compromisos asumidos con el sistema financiero y con las firmas que financian la producción”.


Además, otro de los efectos que tiene la situación es el retroceso en los sistemas de producción. “Para bajar costos, algunos productores han abandonado la siembra directa para volver a disquear sus lotes, lo que atenta contra de la sustentabilidad y la mejora productiva que se viene logrando desde hace más de una década”, finalizó Ambrosetti