El Arzobispo de Paraná Mario Maulión visitó en la tarde del viernes la localidad de Cerrito. En la oportunidad inauguró una Ermita de Jesús Misericordioso y concelebró una ceremonia religiosa en la Iglesia Nuestra Señora de la Merced. Luego de la misma, dialogó brevemente con la prensa local y adelantó los temas que serán tratados desde el lunes en el marco de la “93º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina”. Abordó el tema de la violencia juvenil y asumió que la Iglesia tiene que ir hacia los jóvenes con su mensaje, afirmando que “no siempre les damos a los chicos un programa de vida que valga la pena vivir. A veces los desoímos cuando a los chicos no les gusta esto, no es que no les gusta, es que no se lo mostramos encarnado claramente en nuestra vida”El lunes 23 de abril comenzará la 93ª Asamblea Plenaria de
Puntualizó seguidamente que tienen una importancia muy grande en la asamblea, los temas de la familia, la educación y la necesaria solidaridad que hay que buscar en la justicia.
En su dialogo con la prensa el Arzobispo mostró su preocupación por la creciente ola de violencia juvenil que está presente en la sociedad, planteando en este sentido, los propósitos que
“A veces en el interior no se nota tanto- añadió el prelado -como se nota en otros ambientes”. Llegamos a esta situación porque el chico no fue acostumbrado u orientado como pasó con nosotros o con gran parte de nuestras generaciones, que fueron desarrollándose con familias creyentes, no siempre practicantes, pero que los valores religiosos los tenían”.
“Muchas veces esa familia se resquebrajó, ya no es como antes. Eso hace, que el día de mañana el chico tenga una especie de orfandad en cuanto a modelos, a estilos de vida y esa orfandad hace que estén desorientados. Entonces las distintas propuestas mucho mas atractivas, pueden fuertemente impresionar”.
Monseñor Maulión hizo un llamado a todos los sectores de
Reafirmando sus conceptos indicó “nosotros tenemos que ser misioneros y llegar a las personas donde están, no hay que esperar que vengan. Tenemos que saber atender mucho a los jóvenes, darles propuestas de vida y entusiasmarlos con lo que es la solución de todo hombre que es Jesucristo”.
Finalmente Mons. Mauliòn estimó que su reflexión nos solo es una autocrítica hacia el accionar de
“Por eso, la renovación que nos pidió, Juan Pablo antes y ahora Benedicto, es que tenemos que ser misioneros para obedecer a Jesús, porque Jesus dijo: vallan ustedes a todos, no esperen que vengan y lo tenemos que hacer”, concluyó
Nota. Graciela Silvestre