La comunidad de Hernandarias, en el Departamento Paraná campaña, no sale de su asombro frente a la investigación judicial y policial que se está llevando adelante por el delito de Corrupción de menores. Por el hecho están seriamente sospechados el titular de un taller y la madre de cinco niños de corta edad, los cuales eran aparentemente abusados por el hombre de 55 años que satisfacía sus bajos instintos sexuales a cambio de dinero y comida. Todo se originó hace un mes cuando se produjo la llegada de nuevas autoridades policiales a la comisaría local.

Se supo que luego de varias reuniones que mantuvieron las autoridades con sectores de la comunidad, repentinamente comenzaron a llover denuncias telefónicas anónimas a la seccional policial indicando situaciones escabrosas y comprometidas del titular de una pequeña empresa.


Por el tenor de las denuncias y las personas que se investigaban, las autoridades policiales de Hernandarias alertaron de la situación a la Justicia de Instrucción de Paraná. Desde la magistratura en turno se ordenó avanzar de oficio con la causa.


Para ello se dieron precisas instrucciones a los investigadores policiales de realizar un trabajo de recolección de datos e indicios. Se realizaron tareas de seguimiento que llevaron a dar crédito a las llamadas anónimas.


Con el avance en la investigación, la magistrada interviniente dispuso allanar la casa del pequeño empresario, titular de un microemprendimiento ubicado en calle Eva Perón.


Los uniformados llevaron adelante el procedimiento hace 15 días y para sorpresa de los pesquisas, en una de las habitaciones del hombre de 50 años, casado y con dos hijos, localizaron cerca de 20 videos pornográficos que se encontraban muy bien guardados en una caja.


Lo que más llamó la atención a los uniformados, es que el hombre no mostró sorpresa o nerviosismo, por el contrario siempre se mostró abierto a ayudar en el procedimiento. El problema surgió cuando localizaron los videos comprometedores. El sospechoso dijo no saber qué tipo de material contenían los elementos secuestrados.


Al notificársele del tenor de la denuncia, sólo mencionó que se estaba frente a “chusmeríos de pueblo” a los que no valdía la pena hacer caso. Dicho esto, el hombre no mostró ninguna acción de molestia o angustia por la situación que se investigaba.


Fuentes policiales indicaron que en una FM se escuchó el cruel relato de una vecina que dio precisiones sobre la escandalosa situación que llevaban adelante el titular del microemprendimiento y la madre de las criaturas (dos varoncitos y tres niñas) de 7, 8, 9, 10 y 12 años de edad.


Según quedó estampado en el testimonio de la mujer, que luego fue corroborado en sede policial, la madre de 45 años, separada y de condición humilde que vive en las afueras de la zona norte de la ciudad, podría haber mantenido algún tipo de relación con el hombre que vive en la ciudad. Producto de los encuentros habría surgido la alternativa de obtener más dinero y comestibles, a cambio de profundizar encuentros íntimos, pero con los hijos de la mujer.


Lo más increíble del caso es que la situación se hizo tan insostenible que las víctimas tuvieron un abrupto cambio en sus conductas tanto escolares como en sus relaciones con el resto de los compañeritos de un comedor estatal donde asisten los pequeños.


Las asistentes sociales confirmaron algunas situaciones poco comunes en los chicos, sobre todo, porque de la noche a la mañana comenzaron a mostrar entre los amiguitos dinero en efectivo. Tales cambios en la actitud de los menores, sumado a otras cuestiones que permanecen reservadas en la investigación, llevaron a las autoridades judiciales y policiales a avanzar en medidas concretas con el fin de profundizar la severa denuncia.


Una vez finalizado el allanamiento, el material pornográfico fue analizado por expertos de la Justicia, y en una filmación casera se habrían observado imágenes en las cuales se ve al dueño de casa y a uno de los niños víctimas de la aparente corrupción de menores.


Sospechoso


Pese a la rápida y profunda investigación, se conoció que en las últimos días de la semana pasada, la madre y sus hijos misteriosamente dejaron de ir a los lugares a los que habitualmente asistían. Personal de la comisaría habría constatado que la familia, una vez producido el allanamiento, pudo haber recibido una nueva atención económica del hombre investigado y habrían tomado la decisión de viajar repentinamente hacia otra provincia. Investigadores están al tanto del lugar donde transitoriamente están pernoctando. (Fuente: UNO)