Una mujer denunció que un poderoso empresario de Villa Urquiza la presionó y amenazó para apropiarse de una pequeña porción de campo en la que vive desde hace 37 años con su familia, según manifestó María Rosa Cardenia. El terreno en disputa son tres hectáreas ubicadas en un campo de 30 en el acceso a la localidad, a unos 40 kilómetros de la capital provincial. José Girard es el titular de la firma Establecimiento Las Acacias y ya se apropió de las restantes 27 hectáreas. Sin embargo, la totalidad del campo forma parte de una sucesión nunca concluida, y el empresario se fue apropiando de las tierras por el abandono de los legítimos herederos, entre los que se cuenta él mismo con una ínfima parte.
Desde hace 37 años, María Rosa Cardenia vive en una precaria vivienda ubicada sobre una enorme porción de campo en el acceso a Villa Urquiza. Antes con su esposo -un hombre de apellido Girard fallecido hace varios años- y ahora con dos de sus cuatro hijos. En realidad, la mujer ocupa una porción de tres hectáreas sobre un total de 30 y las restantes pertenecen al empresario José Emilio Girard, primo del secretario de la Producción, Daniel Welschen, y titular del Establecimiento Las Acacias, una firma que se dedica a realizar negocios agropecuarios.
La vivienda es de material, tiene dos habitaciones y pequeño living con un hogar que apenas logra paliar el frío del invierno y una cocina. Al costado de la casa, todavía están los restos de una añeja construcción que perteneciera al abuelo de la mujer. Al fondo había un sector de montes que fue limpiado con la intención de sembrar. Para su subsistencia, la mujer tiene un par de vacas lecheras y un gallinero. Gracias a un subsidio pudo construir un tinglado y cercar su propiedad. El único ingreso fijo es un Plan Jefas y Jefes de Hogar que cumple en el marco del Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (Proinder).
Lo que hace un tiempo estalló a nivel judicial como un conflicto familiar, en realidad data de principios de siglo. En 1912 falleció la propietaria del terreno de 30 hectáreas, Ana María Girard de Girard, inmigrante francesa que había llegado años antes al país. En vida, la mujer les fue dando seis lotes de cinco hectáreas a algunos de sus hijos -en total eran 11, pero algunos recibieron porciones de tierra en otros campos-. A su muerte, las cesiones se fueron dando naturalmente, con la palabra como principal compromiso.
Cada uno disponía de su porción, hasta que uno a uno los herederos se fueron yendo de la zona y abandonaron los lotes. Todos excepto María Rosa Cardenia y su familia. A medida que eso iba pasando, José Girard, otro de los herederos, comenzó a sembrar en esos campos. Al principio los arrendaba, pero luego no pagó más porque no había nadie que le cobrara. Así, el propietario del Establecimiento Las Acacias se fue quedando con todos los lotes. El último que queda es el de María Rosa.
En mayo de 2006, Girard hizo un plano de mensura sobre el campo, pero omitió ubicar en el interior de las 30 hectáreas la casa de la mujer. Paralelamente, el empresario comenzó a presionarla para quedarse con esa porción de terreno, primero a través de ofertas de compra y luego con amenazas directas para echarla del lugar. Como no pudo, y asesorado por el influyente Estudio Jurídico-Notarial Maiztegui Marcó-Martínez Segovia, intentó hacer una usucapión, un trámite que consiste en realizar una posesión adquisitiva de un dominio por un determinado tiempo con el objeto de adquirirlo en forma definitiva. Tampoco le fue concedida. Además, la mujer tiene documentado su asentamiento a través del pago de los servicios. Pero entonces, los familiares iniciaron una sucesión formal y a la vez intentarán demostrar los derechos que María Rosa Cardenia tiene sobre el terreno. No obstante, las partes y los profesionales consultados por ANALISIS DIGITAL coinciden en que se trata de un proceso largo y bastante engorroso porque data del año 1912.
Como dato, también cabe mencionar que Girard también ha tenido problemas similares con otros campos que tiene en disputa con dos de sus hermanos, uno de ellos, Rubén que fue el intendente de Villa Urquiza que sucedió a Edgardo Klocker (UCR) y quien adquirió para el municipio lo que hoy es el camping, en la década de 1980.
El conflicto familiar se agudizó hace poco más de un mes, cuando la mujer decidió limpiar la parte posterior a la casa para sembrar y explotar el campo. Cuando consultaron a un productor, este se negó a sembrarles por las presiones que le impuso el propio José Girard, quien le reclamó que si accedía a realizar el rastrillaje emita una factura a su nombre. Ante ello, decidieron sembrar ellos mismos, para lo cual consiguieron prestado el tractor de Rubén Girard.
El día que decidieron realizar la siembra se produjo un incidente porque José Girard pretendió impedir la entrada del tractor al campo de la mujer cruzando su camioneta sobre la entrada. Después de algunas idas y venidas, algunos forcejeos y hasta la intervención policial, los familiares de María Rosa Cardenia lograron entrar con el tractor. Pero en ese momento se produjeron nuevas escaramuzas, tras lo cual el empresario intentó llevarse el tractor de su hermano. En un desgraciado accidente, José Girard se cayó del tractor y una rueda le pisó una pierna, por lo que tuvo que ser internado por algunos días en el Hospital San Martín.
De resultas del incidente, se inició una causa penal en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Paraná, a cargo de Héctor Vilarrodona, que enseguida fue archivada. Desde entonces, el tractor está bajo custodia en la Comisaría de Villa Urquiza. Pero al día siguiente, Julián Girard, el hijo de José, volvió a la carga plantando unos carteles con la leyenda “Establecimiento Las Acacias. Propiedad privada”, en el interior del campo de María Rosa. Mientras tanto, ambas partes están a la espera de una respuesta judicial, para determinar la propiedad del campo. Fuente: Analisis Digital