Por qué no poner el arte a la vista de la gente y, simultáneamente, recuperar y jerarquizar el espacio público? El interrogante, cuya respuesta ha motivado innumerables iniciativas en otros tantos puntos del orbe, resonó con fuerza en las autoridades comunales de Hasenkamp. Esta localidad del departamento Paraná es un caso ejemplar en el desarrollo de actividades de tipo cultural. Con una continuidad sostenida a lo largo de distintas gestiones, el trabajo en ésta área ha dado frutos concretos (más allá del carnaval, una actividad que atraviesa a toda esa comunidad sin distinciones) en encuentros de teatro, danza, una escuela de artes y oficios, una sala teatral y multifunción y un centro cultural.
Según publica el Diario de Paraná , en ese camino, uno de los hitos más recientes ha sido la concreción de un Encuentro Nacional de Escultores. Durante cinco jornadas -de lunes a viernes- el rosarino Adrián Carnevale, el santafesino Héctor Welschen, el santotomesino Roberto Migdal, los jujeños Mateo Torres y Ricardo Velázquez, el misionero Jorge Balassi y el paranaense Alfredo Godoy Wilson, trabajaron a la vista del público para concretar sus creaciones.
En su texto Desde la escultura seriada a la escultura en serio, presentado en el cierre del encuentro, en el 101º aniversario de la fundación de Hasenkamp, opina Elina Cabrera que “las verdaderas esculturas, patrimonio artístico nacional, son esas perdidas en los follajes de los parques, cubiertas de musgo en las fuentes o en los rincones de los galpones municipales. Ellas desaparecen y nos enteramos en los medios de su inmenso valor y de sus artistas importantes en el mundo del arte y desconocidos para el común de la gente”.
Sus palabras son particularmente válidas, ya que “los paranaenses estamos en pérdida, las mejores esculturas fueron robadas, La Venus y el Petit Pisant. Recuperadas los leones del monumento a Urquiza fortuitamente en un anticuario de Buenos Aires. Por suerte tenemos nuevas esculturas pero claman, a gritos, por su mantenimiento”.
La verdad, sostiene la artista, “es que aprendemos más por ausencia que por presencia”.
De allí, y en relación al encuentro de Hasenkamp, es que la reflexión de Cabrera puede presentarse como oportuna ya que “podríamos afirmar con seguridad lo siguiente: ¿dime cuántas obras de arte tiene tu pueblo ? y te diré cuán ricos son sus habitantes’.”
“Podemos decir -concluyó la artista en el cierre del encuentro- que los pueblos más cultos son aquellos que tienen más obras de arte, no guardadas celosamente en sus museos bajo llave y alarma como necesariamente son las del dibujo y la pintura, sino las esculturas democráticamente expuestas al aire libre para goce estético de sus pobladores, únicos dueños”.
PASEO ARTÍSTICO. Vale destacar que las obras producidas durante el encuentro son expuestas y emplazadas de manera permanente en el Paseo de las Esculturas, donde se concretó el relevo del viejo ferrocarril reciclado y remodelado para el centenario de la localidad.
Las 2 avenidas principales de ingreso, desembocan en el predio donde los hasenkampenses y visitantes pueden apreciar las esculturas emplazadas a lo largo del paseo.
La comunidad, y localidades vecinas, igual que en la anterior oportunidad, quedan invitadas a seguir el proceso de creación de los artistas visitándolos en el lugar de trabajo.
El motivo de estos encuentros es producir el acercamiento de la gente a una de las más antiguas ramas del arte, la escultura, como asimismo ampliar el patrimonio cultural de Hasenkamp.