La amenaza de aplicar nuevamente la veda del sábalo generaría un fuerte impacto sobre la economía regional y la de cientos de familias de pescadores. Un grupo de pescadores santafesinos que cortaron ayer el puente Rosario-Victoria, denunciaron que un frigorífico de esta ciudad, “es el culpable” de que la Nación analice por estas horas volver ha decretar otra veda del sábalo, “Esta gente no respeta las medidas mínimas de las piezas, los límites de extracción ni la cantidad que exportan de pescados” aseguraron. El Defensor del Pueblo de Santa Fe, Carlos Bermúdez, se comprometió a iniciar las acciones correspondientes y consiguió desactivar ayer por la tarde el corte del puente. En el gobierno de Entre Ríos están al tanto de las graves violaciones en que habría incurrido la planta, pero no se actúa. “Es un problema de la Aduana o el Senasa, no nuestro”, dijeron.

Ayer al mediodía un grupo de pescadores cortó ambas manos de la avenida Circunvalación de Rosario, frente al acceso al puente a Victoria, en reclamo por un aumento en el monto de los subsidios que reciben para compensar la prohibición de pescar, y por la incorporación al padrón de beneficiaros de unos 800 trabajadores que no estarían contemplados para recibir el subsidio otorgado por la provincia.


El corte se produjo también ante la posibilidad de una nueva veda para la pesca del sábalo, que se iniciaría el 1º de noviembre y se extendería por tres meses. De concretarse la medida que estudian en el gobierno nacional, se asestaría un fuerte golpe sobre la economía regional y sobre de la de cientos de familias de pescadores de Santa Fe y Entre Ríos, especialmente en Victoria y Diamante donde se concentra el mayor número de pescadores y frigoríficos.                 


Concientes de esta realidad por ser quienes más han sufrido las consecuencias de las restricciones implantadas desde enero del año pasado a la pesca comercial, los trabajadores de Santa Fe cortaron ayer el puente, mientras que algunos dirigentes gremiales de Entre Ríos optaron por reunirse con las autoridades de la provincia y el intendente de Victoria, con la intención de presionar para que le otorguen al frigorífico Epuyén de esa ciudad un aumento del cupo para sus exportaciones.


Es que según admitió el propietario de la firma, Oscar Poletti, su planta ya vendió a Brasil y Colombia, fundamentalmente, el límite de toneladas que le correspondía, pero pretende que se le autorice más ya que tiene sus cámaras, “abarrotadas de pescado”.


Epuyén es el frigorífico de pescado de río más grande del país y, según lo han denunciado los grupos ecologistas y los distintos sectores que integran la cadena comercial e industrial, tanto en Entre Ríos como en la vecina orilla, es “el principal responsable de la disminución de sábalos que se registró el año pasado en toda la cuenca”.


Ayer, los pescadores santafesinos volvieron a acusar a Poletti por sus prácticas “monopólicas y depredatorias que afectan a todos los trabajadores que vivimos de este recurso”.


 Reunión con el Ombudsman


Alrededor de las 17 la protesta fue levantada, luego de que el ombusdman de Santa Fe, Carlos Bermúdez, pautara una reunión con los pescadores “en tanto y en cuanto se diera por finalizado el bloqueo de la avenida”. En ese momento, la lluvia era fuerte y la cola de vehículos superaba el kilómetro de largo.


Los pescadores manifestaron que la medida de fuerza fue tomada por entender que habían agotado las instancias de diálogo con las autoridades, considerando además, que la provincia no habría cumplido con lo acordado en materia de subsidios.


Asimismo, los trabajadores expresaron que no se oponen a la veda y defienden la protección de los recursos ictícolas. Sin embargo, se mostraron preocupados porque mientras en la provincia de Santa Fe se los obliga a cumplir con la legislación vigente, en la provincia de Entre Ríos hay quien no respeta el acuerdo preexistente e incita a los pescadores para extraigan piezas de menor tamaño al permitido, incurriendo en una auténtica devastación del sábalo, que constituye la base de la pirámide alimenticia del río Paraná.


Concretamente, le explicaron al Defensor del Pueblo que mientras que en Santa Fe el tamaño de las piezas permitidas es de 42 cm, en Victoria unl frigorífico compra piezas de 38. Además denunciaron diferencias en el tamaño de las redes. “Nosotros estamos obligados a utilizar mallas con nudos cada 16 cm, en cambio esta gente le proporciona a sus pescadores redes de 14cm”, indicaron.


Mediación con la Nación


Bermúdez recibió a los pescadores en la sede de la Defensoría del Pueblo y tras dialogar con ellos y tomar nota de sus demandas, aceptó mediar con las autoridades provinciales para elevar las inquietudes de los trabajadores. Asimismo, se comprometió a trabajar conjuntamente con el Defensor del Pueblo de la Nación , a los fines de reclamar políticas pesqueras unificadas para toda la cuenca de los ríos de la Plata y Paraná, de manera tal de articular políticas eficaces de protección de los recursos pesqueros.


En Diamante


Por su parte algunos trabajadores y pescadores de Diamante consultados por Diamantenoticias reconocieron que las denuncias de los santafesinos tienen sustento, “ya que nosotros sabíamos desde siempre lo que hacía Epuyén”, aunque aclararon que Santa Fe también tiene una buena cuota de responsabilidad en el conflicto. “Lo que pasa es que en Entre Ríos hay cuatro frigoríficos, en cambio enfrente hay 11, entonces por más que intenten hacer las cosas bien, siempre el impacto que provocarán ellos será mayor que el nuestro”.


En ese sentido explicaron que la Nación impuso para la explotación comercial del sábalo un máximo de 8.000 toneladas (3.600 para Entre Ríos y 4.275 para Santa Fe).


A Epuyén le autorizaron 1.300 toneladas, pero enseguida alcanzó ese límite y ahora quiere lograr que le den más cupo, poniendo en riesgo el recurso y nuestra actividad.


Además, señalaron que “por suerte el pescado se ha recuperado después de la última creciente y sale bastante, pero no sabemos qué puede pasar si hasta gente le permiten que haga lo que quiera y le autorizan que siga pescando y comprando todo”.


En Diamante se encuentra emplazado el frigorífico Lyon City, que tuvo una importante merma en su producción debido a la suspensión de las exportaciones y la veda que se impuso para la pesca del sábalo. La economía de la ciudad sintió el cimbronazo cuando el frigorífico se vio obligado a reducir su actividad y suspendió empleados a comienzos del año pasado. Luego, con el levantamiento parcial de la suspensión que decretó el Ministerio de Economía de la Nación (hasta 8.000 toneladas por año), comenzó a recuperarse lentamente, e incluso sus dueños reconvirtieron parte de la planta para la cría de cerdos y explotación de chazinados.


“Su conducta, lo mismo que el de la mayoría de los frigoríficos y acopiadores ha sido desde entonces muy prolija”, reconoció una fuente del gobierno de Entre Ríos consultada por esta página, “el problema -añadió- es Epuyén porque tenemos indicios que exportó varias toneladas más del tope que tenía, pero ese es un problema de la Aduana o del Senasa, no de la Provincia”, se justificó la fuente.


Nota: Fabian Vivot